miércoles, agosto 17, 2011

EL APARATITO DE LUMIERE - EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS (RISE OF THE PLANET OF THE APES)




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Vuelven los remakes, reimaginaciones, reboots, resets y en definitiva todo lo que sea aprovechar una película del pasado para volverla a rodar con más o menos variaciones. Llevamos ya varios años así, lo que muestra que la creatividad en el mundo del cine no esta precisamente en un momento álgido cuando se recurre una y otra vez a la revisión de los clásicos del séptimo arte, como en el caso que nos ocupa. El Planeta de los Simios, basada libremente en una novela de Pierre Boule, en 1968 supuso revolución en el cine fantástico y hoy en día  sigue siendo considerada más de 40 años después una obra maestra del cine de ciencia ficción con su curiosa visión distópica de un futuro lejano donde simios y humanos en habían intercambiado sus roles, algo así como una visión pesimista de un progreso humano que al final no sirvió para nada. Posteriormente se convirtió en toda una saga con cuatro filmes más (el último en 1973), a cada cual más flojo,  y una serie de televisión. En 2001 Tim Burton dirigió una “reimaginación” de la historia original de El  Planeta de los Simios que quedó como una película irregular, pero dejos de desalentarse, los imaginativos, creativos y originales productores de Hollywood vuelven a relanzar la saga con un filme que por lo que parece va ser el primero de una nueva saga sobre el tema de los monos parlantes del futuro, pero la cosa no ha empezado muy bien.

Conviene decir primero que Rise of The Planet of The Apes no es como se ha dicho por la prensa una precuela del filme original de Franklin J. Schaffner ni tampoco del de Tim Burton, sino, como hemos dicho antes, un relanzamiento de un remake de la saga. En todo caso, bebe claramente de la cuarta entrega de la saga de los 70 La rebelión de los simios (1972), que era digamos la precuela de la serie (aunque tb. secuela al mismo tiempo debido a la incongruente estructura circular temporal de la historia) y de la que de algún modo es su remake en versión libre. Como en aquella película, aquí se nos cuenta como los simios comenzaron a conquistar la tierra, pero partiendo de una premisa diferente. Situado en la California de la época actual, el filme trata de ser una mixtura poco esforzada de cine de acción con catástrofes y destrucciones varias y adrenalina a tope con una reflexión sobre la crueldad humana hacia los animales, especialmente en el mundo de la ciencia. Nada nuevo, desde luego, pese a que el tono de epopeya rebelde a lo Espartaco con el que se trata de imbuir al filme en determinados momentos puede resultar épico y vibrante en muy determinados momentos, pero al final un guión previsible y rutinario termina chafándolo todo.

El director Rupert Wyatt se esfuerza en dotar de consistencia a una historia que no carece de interés y a la postre el conjunto se deja ver gracias a una cuidada puesta en escena y a unos buenos efectos especiales: prácticamente todos los monos que aparecen en esta película (chimpancés, gorilas y orangutanes, como en la saga de los Simios de toda la vida) están creados por ordenador y resultan totalmente creíbles, lo mismo que el protagonista simiesco de la función, César, el chimpancé líder de la rebelión de los simios encarnado por Andy Serkis por el procedimiento de stop caption (infografía realzada a partir de movimientos humanos reales) , como ya hizo este actor con el Gollum de El Señor de los Anillos y el King Kong de Peter Jackson; un buen trabajo de interpretación corporal. James Franco (127 Horas), que interpreta a Will, el científico farmacéutico amigo humano de César que busca una cura al alzheimer experimentando con monos con inesperados resultados, realiza una interpretación bastante creíble en una historia harto fantástica, pero su personaje no termina dando para mucho. Por lo demás, acción trepidante, una curiosa y afectiva visión del universo simiesco (los amantes de estos bichos disfrutarán) y varios guiños a la película original que serán del agrado de los más cinéfilos. Para pasar un ratillo veraniego

martes, agosto 16, 2011

Mís 50 discos que te cagas (31): BRUCE SPRINGSTEEN – DARKNESS ON THE EDGE OF TOWN (1978)



Conforme pasa el tiempo, Darkness on the Edge of Town, el cuarto trabajo de Bruce Springsteen,  es un LP que va ganando cuerpo como el buen vino. Y también fue un punto de inflexión en la carrera del Boss, escarmentado tras tres años sin grabar por problemas legales desde su glorioso Born to Run (1975), ya que con este álbum se puede decir que se acabaron los ensayos: explotaba y se consolidaba el sonido Springsteen, con sus melodías rockistas y guitarreras robustas y apasionadas y sus emocionantes letras sobre perdedores, marginados del American Dream, héroes urbanos, trabajadores en el abismo  y amantes superados por las circunstancias. Estaba claro, la propuesta de Springsteen era la más emocional y auténtica en cuanto a solistas a finales de los 70 y a ello contribuyó la consolidación de su mitología y universo poético propio con Darkness,  unto con Born to Run y The River (1980) uno de sus tres mejores LPs (resulta difícil aseverar cual de ellos es el mejor incluso hasta hoy en día).

Con Darkness, el sonido de Bruce Springsteen y su E Street Band se hizo mucho más cuidado y exuberante, superando incluso en emocionalidad a Burn to Run. En los tres años de parón forzoso, Bruce pulió su directo y compuso un montonazo de temas de los cuales solo diez formarían parte de  Darkness on the Edge of Town, mientras que otros pasaron a engrosar el repertorio de otros artistas (Because the Night para su amiga Patti Smith o Fire para Robert Gordon), al tiempo que músicos como Bob Seger, John Mellencamp/Cougar, Meat Loaf, Patti Smith o Tom Petty recogerán con tino las enseñanzas  del Boss en dicho periodo acostumbrando al público al sonido visceral de las calles y preparando el terreno para un disco que sencillamente consolidó definitivamente las bases estilísticas del Rock urbano (o Heartland Rock, como lo llaman los Yankees). Darkness, con un cancionero de diez temas del más alto nivel es un disco que enamora desde la primera escucha, desde los pegadizos  y apasionados compases rítmicos del casi himno proletario Badlands (todo un must en directo para Springsteen año tras año) hasta el cierre amargo y descreído con la enérgica balada que da título al disco y su estupendo piano a cargo de Roy Bittan.  Tanto un tema como otro, cada uno a su manera, dejan sin aliento, pero no es menos el factor emocional del resto del LP. El grito de amor contra todo riesgo de Candy´s Room con cambios de tempo veloces y sorpresivos pone en relieve toda la maestría de la E Street Band y la capacidad de Springsteen para convertirse en un creíble y honesto bardo urbano, algo que también se nota en la hermosa balada Racing in the Street, otro descarnado canto de amor y frustración que llega a humedecer los ojos, o en la enérgica y casi perfecta  Prove it All Night , donde el de Freehold demostró hasta que punto había pulido su melodramático y afectado estilo vocal y como la música estaba al servicio de la progresión de unas letras naturalistas, directas y sin remilgos.   

El perfeccionismo instrumental es una constante en este LP, como ya se puede contemplar en Prove it All Night o Badlands en donde la E Street muestra todo su buen hacer rockista, pero también es cierto que en medios tiempos afectados y poderosos como Something in the Night, la banda demostraba una fuerza musical de enorme contundencia, como ejemplifica la exultante batería de Max Weimberg en este tema en donde una vez más Bruce lo da todo vocalmente. The Promised Land, otro de los temas más populares del álbum junto con Prove it All Night y Badlands, es una muestra del Springsteen más rítmico y de agradable escucha gracias a su aproximación al pop adulto.   

Emocionante, apasionado y apasionante, Darkness on the Edge of Town, es un disco perfecto para no iniciados en la obra de Bruce Springsteen. Es cierto que a partir de este disco puede que las temáticas en los temas de Springsteen se estandarizasen, pero también es cierto que muchas veces se ha exagerado y magnificadoen exceso por parte del público la presencia en sus canciones de coches, calles y amantes, cuando el conjunto de la obra  del boss es enormemente rica en matices. Y lo es también este disco, una joya de principio a fin que cimentó la leyenda de Bruce Springsteen y demostró que podían existir poetas musicales de primera categoría.  


FICHA TÉCNICA

Géneros: Rock Urbano, Rock Americano
Publicación: junio 1978
Sello original: Columbia
Producción: Bruce Springsteen, Jon Landau y Steve Van Zandt
Duración: 42:55
Músicos:
Bruce Springsteen: voz, guitarra, harmónica
Steve Van Zandt: guitarra, coros
Clarence Clemons: saxo, coros
Roy Bittan: piano, coros
Garry Tallent: bajo
Danny Federici: órgano, xilófono
Max Weimberg: batería

Track listing

1- Badlands
2- Adam Raised a Cain
3- Something in the Night
4- Candy´s Room
5- Racing in the Street
6- The Promised Land
7- Factory
8- Streets of Fire
9- Prove it All Night
10- Darkness on the Edge of Town