domingo, junio 03, 2012

CUATRO PALABRAS CURIOSAS Y SU ORIGEN


Son muchas las palabras en castellano (y en otros idiomas) que tienen su origen en nombres propios,  personajes, anécdotas o situaciones que en un momento histórico gozaron de popularidad y significación. Del habla popular inspirada en la “comidilla” o el comentario del momento se pasó a la universalización en el idioma hablado y dichas acepciones o adjetivos terminaron siendo reconocidos por el diccionario.

La RAE recoge varias palabras castellanas de origen basado en un nombre propio que generó una anécdota popular, pero poca gente conoce el origen de tales palabras, muchas comúnmente usadas y utilizadas en multitud de contextos. A modo de ejemplo, vamos a hacer un repaso del origen histórico-popular de cuatro palabras que gozan o gozaron de extendido uso en castellano no ya solo en el ámbito coloquial sino en el “oficial” escrito, pese a que algunas estén casi hoy en día en desuso : cotilla, cursi, estraperlo y perillán


COTILLA  La asesina ultra que hablaba de todo el mundo 


 Cotilla.
(Del dim. de cota1).
1. f. Ajustador que usaban las mujeres, formado de lienzo o seda y de ballenas.
2. com. Persona amiga de chismes y cuentos. U. t. c. adj.


Las personas cotillas a muchos nos traen de cabeza: chismosas, amigas de meterse en las vidas ajenas, metomentodo. De todas formas, quien no ha sido cotilla alguna vez. De cotilla se ha generado el verbo “cotillear” y la palabra “cotilleo”, también ampliamente usados y que definen respectivamente al acto de contar y extender chismes y al chisme o rumor en cuestión, como sinónimo den estas palabras. Pero cotilla tiene un origen bastante sorprendente, proveniente de una persona real: la famosa a principios del siglo XIX en el Madrid posterior a la Guerra de la Independencia María de la Trinidad (1774-1838), más conocida como Tía Cotilla.

La llamada Tía Cotilla no era, como pudiera pensarse en un primer momento, una simple mujer aficionada a meterse en al vida de los demás y en asuntos que no al concernían…bueno, más bien si, pero las motivaciones y las consecuencias de sus “cotilleos” supusieron cruentas muertes y asesinatos ideados por la susodicha, toda una maestra del crimen. María de la Trinidad, durante la Ominiosa Década (1823-1833) del reinado de Fernando VII fue una fanática y ferviente absolutista que odiaba a muerte a los liberales, hasta el punto de dedicarse en cuerpo y alma a la denuncia de cualquier vecino madrileño liberal. Y no solo se dedicó a la denuncia de gente que ella espiaba y observaba con alevosía investigando todos sus movimientos y actuaciones “sospechosas”, sino que formó una banda de matones en Madrid que se dedicaba a dar caza y muerte al liberal, muchas veces bajo “sospechas” falsas. La Tia Cotilla y su gang fueron muy temidos en Madrid, al propia María fue condenada varias veces pero  solía salir libre al poco tiempo, hasta que en 1838, ya con Isabel II en el trono y bajo la regencia de la Reina Madre Maria Cristina bajo el régimen liberal fue condenada a muerte por el asesinato de Francisco Rancera, siendo ejecutada en el cadalso a los 64 años. Las crónicas históricas hablan de “la mujer más inmoral que ha visto el sol y las más infame e indigna de vivir en sociedad”  En fin, toda una ultra y psicópata que a su lado Anders Breivik sería Pocoyó. Es curioso como al extrapolarse solo un elemento de la personalidad y comportamiento de esta mujer (el de meterse en la vida de los demás) como significado de la acepción cotilla, al final solo el elemento más anecdótico de este funesto personaje sea el que haya perdurado y por consiguiente la palabra cotilla si nos atenemos a la persona que lo originó tenga un significado cuanto menos dulcificado.          

 
CURSI   Dos señoritas muy engalanadas


 
Cursi.
(Etim. disc.).
1. adj. Se dice de un artista o de un escritor, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento expresivo o sentimientos elevados.
2. adj. coloq. Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante sin serlo. U. t. c. s.
3. adj. coloq. Dicho de una cosa: Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es ridícula y de mal gusto.


No hay mucho acuerdo en definir el origen de la palabra cursi, aunque hay varios puntos comunes que muchas veces se desechan en pos de otras teorías. Hoy en día lo cursi es objeto de mofa y befa, e incluso asco y repelús y personas y objetos cursis los ha habido a lo largo de la historia, especialmente desde el siglo XX y la llegada de la sociedad de consumo. Al parecer, la palabra cursi se acuñó en la ciudad de Cádiz a finales del siglo XIX. Allí, según se cuenta vivía una familia rica venida a menos de origen francés o piamontés según sea la fuente. Los apellidos de dicha familia, según la mayor parte de las crónicas eran Tessi y Court, apellido paterno y materno respectivamente, aunque también se defiende que  era  Sicour como primer apellido             Las hijas de los Tessi y Court eran dos jóvenes muy emperifolladas, extravagantes en el vestir y dadas a ostentar las últimas modas de París que en el contexto provinciano gaditano parecían algo realmente estrafalario. Hay también quien sostiene que ambas hermanas eran huérfanas, también de origen extranjero Como era de esperar, pronto les sacaron coplas y cantares y las chirigotas se cebaron con las Tessi y Court. Así, existió una célebre copla que al parecer supuso la conversión de los apellidos Tessi y Court en la palabra cursi que repititiendo seguidamente ambos apellidos pronunciados chapuceramente  tal que “tesicur” resultaba “tesicur, tesicur, tesicur” y que repetido varias veces degeneró en “sicur, sicur, sicur” haciendo que sonase “cursi, cursi, cursi” y de allí la palabra. 

No se sabe exactamente que es lo que decía la copla en cuestión, pero varias fuentes aseguran que decía así: “Han recibido desde París / las señoritas de de Tesicur / tesicur,si, si / tesicur, si,si / lindos vestidos de canesú / y capotitas de canequí”  Hay variaciones de esta tonada popular gaditana pero en cualquier caso “Tesicur” aprece casi siempre con la sílaba “si” repetida al final dando origen al término “cursi”. No obstante, muchas fuentes defienden que el apellido de las mujeres era Sicour y que cursi podría haberse originado por la repetición de la palabra en coplas y cantares populares. Con todo, también se ha llegado a decir que la palabra viene de un término árabe marroquí, kursi que se utiliza para denominar a un personaje importante.

 
ESTRAPERLO Currupción política ibérica y casinos ¡no va a más!

  
Estraperlo.
(De straperlo, nombre dado a cierto juego fraudulento de azar, que se intentó implantar en España en 1935).
1. m. coloq. Comercio ilegal de artículos intervenidos por el Estado o sujetos a tasa.
2. m. coloq. Conjunto de artículos que son objeto de dicho comercio.
3. m. coloq. Chanchullo, intriga.
de ~.
1. loc. adj. Comprado o vendido en el comercio ilegal así llamado.
2. loc. adv. Dicho de comerciar: Ilegalmente, de manera clandestina.


En su día (la época franquista) la palabra estraperlo estaba a la orden del día cuando se trataba de hacer referencia - como dicen las definiciones de la RAE arriba reproducidas- al comercio clandestino o ilegal que especialmente en la empobrecida época de la postguerra estaba a al orden del día. El hecho es que el término, que comenzó a usarse con fruición en la década de las 40, se había acuñado “hacía nada” en los años 30, la época de la República en España, y provenía de un escándalo social y político de aquella época de magnitudes considerables y que iba más allá del simple comercio ilegal. Hoy en día estraperlo -y sus derivaciones como “estraperlista” -es una palabra casi en desuso y preferimos llamar a al adquisición de bienes clandestinamente “mercado negro”, así como para la otra acepción de la palabra, chanchullo o intriga, usamos simplemente “corrupción” o las palabras sinónimas antes mencionadas. La desviación del significado de la palabra de acuerdo a su origen muchas veces ha hecho olvidar que “estrperlo” proviene de uno de los mayores escándalos de la historia de España en el siglo XX, así como que el término en sí es derivado de la denominación de una ruleta de casino, la causante de tal escándalo: Straperlo  

El “escándalo estraperlo” se puede resumir de la siguiente manera: en la España de antes de la Guerra civil estaban prohibidos los juegos de azar, aunque en la II República (1931-1936) si bien aún continuaban prohibidos en los casinos juegos como la ruleta, una cierta relajación en las legislaciones hizo que en varios de estos locales llegasen ruletas de patentes extranjeras, algunas de las que se aseguraba que funcionaban por principios matemáticos, tal era la ruleta eléctrica llamada Straperlo, que llegó a España en 1934 procedente de Holanda y que había tenido mucho éxito en el casino de Niza en Francia. La Straperlo (al parecer llamada inicialmente Straperle) fue creada por los empresarios Daniel Strauss, Perlowitz y Lomann, la última esposa de Perlowitz. El nombre de la ruleta viene de los dos primeros, aunque hay quien dice que Lomann fue la que introdujo el “Lo”, ya que en un principio como hemos dicho la ruleta se llamó Straperle. Obtuvieron un permiso gubernamental especial del gobierno republicano de derechas de la CEDA y el Partido Radical (centro), presidido por Alejandro Lerroux, para instalar su ruleta en los casinos de San Sebastián y Mallorca. El hecho es que varios miembros del Partido Radical favorecieron los permisos de la ruleta a cambio de un porcentaje en el negocio además de aceptar sobornos. Poco después, sin todavía salir a la luz la corruptela, se demostró que la ruleta Straperlo era un fraude ya que la banca la controlaba mediante un botón y fue clausurada de los casinos. Em 1935 el escándalo sale a la luz cuando el empresario Strauss exigió una indemnización al Presidente de la República Alcalá Zamora por los gastos de instalación de la ruleta y por los sobornos pagados a miembros del partido radical y a allegados del Presidente del gobierno Lerroux. La opinión pública se llevó las manos a la cabeza y el Partido Radical fue objeto de críticas, dimitiendo Lerroux al parecer obligado por Alcalá Zamora. El 28 de octubre de 1935 varios miembros del partido, cargos públicos e incluso el hijo adoptivo de Lerroux fueron declarados culpables de corrupción. Hay que decir que a partir de ese momento las discusiones y diferencias entre al izquierda y derecha en España se hicieron más grandes y de muchos consideran que de alguna manera hechos como este prepararon el caldo de cultivo que llevaría a la Guerra Civil. Ya en la época franquista se comenzó a denominar estraperlo a todo negocio o comercio clandestino o fuera de la ley, fuera ya toda connotación política.


PERILLÁN  El caprichoso caballero de la jeta grande  


 
Perillán, na.
(Del ant. Per, Pedro, e Illán, Julián).
1. m. y f. coloq. Persona pícara, astuta. U. t. c. adj. U. m. la forma en masculino.

Es muy curioso el origen de esta palabra, que como otras muchas en castellano, procede de un nombre propio. Per (Pedro en castellano antiguo) Illán fue un escasamente conocido personaje del siglo XIII que vivió en Toledo. Fue un capitán militar de enorme valor cuyo nombre latino ha quedado como Petrus Juliani. Muy poco se sabe de él salvo que murió en 1247 y su cadáver se conserva en la catedral de Toledo. Illán no soportaba la idea de que una vez muerto pisasen su sepulcro y por eso solicitó que lo enterrasen en lo alto de la catedral y así fue: su tumba se conserva en la catedral de Toledo con una inscripción en latín. Obviamente, Per Illán se salió con la suya y desde entonces se comenzó a llamar “perillanes” a aquellos que conseguían sus propósitos por descabellados que estos fuesen. No obstante, posteriormente se extendería el significado de perillán a la persona pícara o astuta