domingo, julio 02, 2017

WONDER WOMAN




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Hacía falta que el últimamente omnipresente género cinematográfico de los superhéroes tuviese por fin una película que marcase alguna diferencia -algo que las adaptaciones de los superhéroes Marvel solamente han hecho a medias y en muy contadas ocasiones (primera saga Spider-Man, primeros X- Men y Los Guardianes de la Galaxia) dentro de la basta cinematografía de esa casa, mientras que DC, que se ha unido a la fiesta del cine de gente en leotardos hace menos tiempo lo ha intentado con más esmero, pero sin demasiado éxito (Batman Vs. Superman)-  y sin que se haya logrado ninguna maravilla cinematográfica, la primera adaptación en largometraje de Wonder Woman, la superheroína por excelencia creada en 1941 por el psicólogo y guionista de cómic William Moulton Marson y que se fue uno de los primeros personajes de ficción femeninos que contribuyeron activamente en el empoderamiento de las mujeres en la sociedad occidental, resulta un filme de fantasía, aventura y acción muy bien planteado gracias a una regurgitación tan hábil como maquiavélica de diversos esquemas de la ficción de aventuras, y que aunque con alguna concesión logra avanzar bastantes metros de lo esperable en un filme de superhéroes. Y es que la editorial DC Comics tiene un legado de personajes del tebeo que ha trascendido tanto el propio universo de las viñetas (caso paradigmático, por supuesto, Superman y Batman) y que de hecho ha dado más que interesantes momentos a la historia del séptimo arte (el Superman de Richard Donner de 1978 o los Batman de Tim Burton de finales de los 80 y principios de los 90) y por ello se ha espmerado en hacer una adaptación de su tercera heroína en importancia como se merecía, aunque sin llegar a los niveles- de tono bien diferente uno de otro- de las primeras entregas de Superman y Batman: es precisamente el Superman de Richard Donner  una de las referencias claras de este filme especialmente en los primeros compases del mismo en donde se ve cierto paralelismo con los prólogos supermaneros en Krypton y Smallville, en lo tocante a mostrar un entorno espacio-temporal y conceptual totalmente diferente al resto del filme pero al mismo tiempo totalmente coherente en su temática con lo que se ve después. Dirige aportando además su punto de vista femenino Patty Jenkis, quien realiza un hábil trabajo conjuntado un cóctel tan heterogéneo como  acción, comedia, aventuras exóticas retro, cine bélico, melodrama, historia de época, fantasía épica de espada y por supuesto cine de superhéroes al uso elemento este último que a veces desequilibra el conjunto hacia lo predecible, pero sin que se caiga en los clichés cada vez más cansinos de películas de este tipo.   

Planteada como precuela de Batman Vs. Superman: el Amanecer de la Justicia (2016)- en donde la israelí Gal Gadot debutó en el rol de la Mujer Maravilla- y de la aún no estrenada La Liga de la Justicia, se nos cuenta las tribulaciones de Diana, amazona  princesa del reino perdido de Temiscira, una isla de amazonas de la  antigua Grecia que durante milenios después de la caída de los dioses del Olimpo sus habitantes esperan el momento de vengar la muerte de Zeus en manos de Ares, el dios de la guerra. El destino de Diana como la más poderosa amazona que debe destruir a Ares y ayudar a los humanos a acabar con el odio y con las guerras se cumple cuando en 1916 a la paradisiaca Temiscira llega el espía norteamericano al servicio de Reino Unido Steve Trevor (Chris Pine) quien en plena Gran Guerra ha robado a los alemanes el libro de fórmulas de un mortífero gas que puede cambiar el curso de la contienda. Esto llevará a Diana al mundo de los mortales donde combatirá en el frente francés de la Gran Guerra al lado de la Triple alianza utilizando su fuerza y agilidad sobrehumanas mientras busca a Ares para aniquilarlo y trata de ayudar a la débil raza humana cuestionándose continuamente los porqués de las contradicciones de los mortales y el extraño e insignificante rol de las mujeres en el mundo “real”. Resulta un más que interesante hallazgo el plantear las segunda parte del filme como una película bélica y de espionaje (aunque en realidad no sea tal) con una recreación de la I Guerra Mundial que nada tiene que envidiar a muchas películas bélicas de los últimos años y además con una sensación de que se toma en serio a si misma como una película de aventuras inteligente, con su tono camp y de cómic clásico (con alguna influencia también de la serie Indiana Jones), pese que el guión en si tenga bastantes agujeros y al final el climax de la lucha final entre Diana Prince-Wonder Woman y Ares sea un poco más de lo mismo en escenas de este tipo aunque con su intríngulis más de acción ochentera que actual. Gal Gadot, bellísima, está creíble como heroína de acción y mujer concienciada de armas tomar y esperemos que no se encasille en papeles de acción similares porque tiene bastante potencial dramático, mientras que en el reaprto de secundarios nos encontramos con viejos conocidos/as del calibre de Robin Wright, David Thewlis, Connie Nielsse, Ewen Bremmer, Danny Houston o la española Elena Anaya como la Doctora Maru, una de las villanas de la historia. Lo dicho, que estamos ante la mejor película de superhéroes desde Batman (1989), aunque al final tampoco eso equivalga a una obra maestra.