jueves, noviembre 09, 2006

Una próxima sección : RAYOS CATÓDICOS (CUANDO LA TELE VALÍA ALGO)

Bajo este epígrafe debutará próximamente una nueva sección que con periocidad bastante mas esporádica que "El aparatito de Lumiere" recordará algunos programas y series de televisión míticos, de cuando la tele, pues eso, valía "algo", y el imperio de la telebasura no había hecho su aparición.
Será un ejercicio muchas veces de nostalgia, pero sobre todo nos servirá para recordar algunos trabajos televisivos míticos por su calidad (a veces mas que por su éxito) o injustamente olvidados. También tendremos ocasión de semblar la trayectoria de presentadores, periodistas, directores o actores que por algun u otro motivo dejaron huella, especialmente en las televisiones españolas.
Pronto, espero, llegarán los primeros rayos catódicos a este blog para mezclarse con los rayos c. Hasta entonces, les espero.

martes, noviembre 07, 2006

El aparatito de lumiere: INFILTRADOS (DEPARTED)


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Martin Scorsese regresa a las pantallas, tras haber dirigido dos de sus mejores películas en los últimos años como fueron Gangs of New York y El Aviador. Esta película confirma que el veterano y gran director italoamericano, sigue teniendo capacidad para hacer grandes películas con una trayectoria más de 30 años detrás de las cámaras. Si buen este Departed, no es tan exultantemente brillante como Gangs of New York, su última obra maestra, sus virtudes son mas que evidentes. Scorsese vuelve al cine de gangsters y de mafias con renovado tino, haciendo un remake de una película de Hong Kong que el realizador neoyorkino traslada al universo de las mafias irlandesas de la ciudad de Boston. En este película- que entre sus productores se encuentra curiosamente Brad Pitt- , Scorsese se ha rodeado de un reparto encabezado por algunos una triada de eficaces y guapitos actores treintañeros con probado éxito en taquilla y que sin duda atraerán al público (especialmente femenino) a las salas: Leonardo Di Caprio, Matt Damon y Mark Wahlberg. Y junto a ellos la siempre imponente presencia de un genio de la interpretación del que poco hay que decir puesto que su nombre se presenta a si mismo: Jack Nicholson, en el papel de un carismático y peligrosos capo de la mafia irlandesa, Frank Costello.


Departed es una muy bien contada historia de delincuencia y corrupción policial, que pese al parecer al principio una historia policiaca sin ninguna novedad significativa y tal vez previsible, pronto enseña sus cartas y, con inteligentes pliegues en la trama en un ejercicio de refinada papiroflexia de guión, la historia va subiendo y subiendo de interés hasta llegar a un apasionante crescendo, que pese a que podía haber sido mas espectacular, no defrauda en absoluto. Billy Colloran (Leonardo Di Caprio) un joven criado en los proletarios barrios irlandeses de Boston en donde el crimen organizado y las mafias campan por sus anchas es admitido en la policía del Estado de Massachussets, pero pese a creer que de ese modo ha conseguido una vía de desvinculación con el mundo de la delincuencia en el cual ha crecido (y al que perteneció su fallecido padre), tendrá que involucrarse en el hasta las cejas como topo de la policía, a petición de un comisario también de origen irlandés (Martin Sheen), para de una vez por todas atrapar al buscadísimo Costello, en cuya banda se infiltrará Billy. El joven policía se ve inmerso en una situación un tanto esqizofrénica, en donde se tendrá que desdoblar en dos personajes, el Billy delincuente, que llega a sentir una auténtica fascinación por Frank Costello, y por otro el Billy policía, cuyo deber será propiciar la caída de sus nuevos “compañeros profesionales”, lo que supone también negarse a si mismo, a su pasado, a al menoría de su padre y al mundo en el que el creció. Paralelamente, el sargento Sullivan (Matt Damon), un joven y brillante policía de la misma promoción que Billy y también de origen irlandés, se encargará también de poner en jaque a Costello y sus muchachos encarándose también con un mundo en el que también creció y al que al parecer, por algún motivo u otro, no se deja nunca de pertenecer. Aunque uno sea policía.

Una reflexión sobre el pasado y la formación de la personalidad en forma de drama policial es lo que nos ofrece Martin Scorsese. No es una película psicológica en el sentido estricto de la palabra ni una reflexión sobre la doble personalidad y sus consecuencias, mas bien una fábula moral donde estos elementos aparecen como catalizadores de un mundo que una vez mas es el reverso del sueño americano (algo tratado en otras ocasiones por Scorsese y otros directores de su generación) en donde no hay ni héroes ni villanos y en donde el mal aparece hasta en los contextos en donde al justicia debería de imponer su ley, un mundo irracional que atrapa a sus protagonistas desde su infancia y que los envía a un callejón sin salida en donde siempre está la omnipresente muerte. Mundo perfectamente retratado en este film, dinámico y con un gran guión, aunque requiere la atención constante del espectador para seguir su en ocasiones algo confusa trama. Realistas escenas de tiroteos y crímenes -marca de la casa de la generación de los “Moteros Tranquilos-Toros Salvajes”, con la que se conoce a los Coppola, De Palma, Mallick, Hopper y el responsable de esta peli, entre otros- con algún momento soberbio gracias a tomas espectaculares. Realmente, “Marty”, en cuanto tiene historias de gangsters entre manos, ofrece lo mejor de si mismo en cuanto a puesta en escena.

La interpretación de Jack Nicholson, es sencillamente antológica, tal vez de las mejores de este actor en los últimos años. ¿Un nuevo Oscar para su colección? Puede. No obstante, se hace un poco extraño oír a este actor sin su voz castellana habitual, la de Rogelio Hernández, ya que esta vez lo dobla otra veterano y excelente profesional, Arseni Corsellas (Sean Connery, Chartlon Heston). Di Caprio le gana el duelo interpretativo a su coetáneo Matt Damon. Con su tercera película con Scorsese, Di Caprio comienza a ser tan habitual en el cine de este director como lo fue en su día Robert De Niro.

Una muy buena e inteligente película que recupera el encanto del cine de mafias de los 70 y 80 pero con una perspectiva más contemporánea y adaptada al cine de acción actual.

domingo, noviembre 05, 2006

NICO, LA MUSA MALDITA




Curiosa y extraña figura en el Show Bussiness en los últimos 40 años, Christa Päffgen, más conocida como Nico (1938-1988), ha llegado hasta nuestros días como prototipo de cantante maldita dentro del mundo del Rock. Su nombre siempre estará asociado al mítico primer LP de la Velvet Underground, pero Nico además fue autora en solitario de una obra musical singular, barroca y underground que en la década de los 70 se adelantó a su tiempo profetizando el Pop Siniestro de los 80, el Indie-Rock de los 90, la World Music y ciertos apuntes estilísticos de cantautores alternativos de los últimos 25 años. Y no solo su obra musical es objeto de curiosidad: modelo, actriz, femme fatale, bohemia intelectual a la europea, su polifacética leyenda la ha encumbrado como una de las más fascinantes figuras femeninas de la era pop, lastrada por su malditísmo. Federico Fellini, Andy Warhol, Brian Jones, Alain Delon, Philippe Garrel o Lou Reed son algunas de las figuras del espectáculo que pasaron por su vida, la vida de una musa maldita.


Una chica que quería ser modelo

Christa Päffgen, de acuerdo con la mayoría de las fuentes vino al mundo en Colonia, Alemania, el 16 de octubre de 1938. Siempre se ha especulado con el origen húngaro de esta mujer, hasta el punto que muchos críticos y periodistas afirman que en realidad nació en Budapest. También hay discrepancias obre su fecha de nacimiento, que quienes defienden la cuna húngara de Nico sitúan el 15 de marzo de 1943. Es más probable (prácticamente seguro) que naciese en realidad en 1938 a juzgar por el aspecto que aparentaba en sus últimos años de vida.

Aunque alemana de nacimiento, Christa Päffgen fue en realidad una artista internacional que residió en varios países sin arraigarse en ninguno. Aunque abandono sus estudios muy temprano(a los 13 años), Nico a parte de alemán, hablaba inglés, italiano, español y francés perfectamente. La joven Christa, que aún no había adoptado su nombre artístico, comenzó a trabajar como modelo en Berlín a mediados de los 50 cuando era una adolescente, después de haber trabajado un tiempo como vendedora de lencería y moda en Colonia, trabajo con el que entró en contacto con el mundo de al moda. Su peculiar belleza teutona cautivó a fotógrafos y cazatalentos. En Ibiza, isla que jugará un papel decisivo en su vida, el famoso fotógrafo Tobias, con quien se encontraba haciendo un reportaje la bautizó Nico en homenaje al ex novio de este el cineasta Nico Papatakis.

Hacia 1957 encontramos a Nico en París con su caché como modelo sensiblemente aumentado y trabajando en revistas tan prestigiosas como Vogue o Elle. Su fama en la capital de la moda sin cumplir los 20 años era enorme. La publicidad en Italia y en Francia se la rifaban a finales de los 50 ya que su fotogenia y cualidades interpretativas eran innegables. Obviamente, el cine no tardó en llamar a su puerta.


Fellini, La Dolce Vitta y la Chica Terry

Nico debuto en el cine en 1958 en La Tempesta de Alberto Lattuada. Pese a que vivía entre Paris y Roma en aquellos años, tampoco tardó en rodar una película en inglés, For the Fist Time, junto con el famosos cantante Mario Lanza. Y en 1959, Nico entra en la historia del cine como actriz de reparto en La Dolce Vita de Federico Felllini, en un papel no muy extenso pero que se hizo notar. En 1960, en una decisión que cambiará el curso de su vida, Nico se muda Nueva York para tomar clases de interpretación junto a Lee Strasberg. En esa primera mitad de los 60, Nico vivirá entre la Gran Manzana y París tratándose de centrar sine excesivo éxito en su carrera interpretativa pero viviendo mayormente de su aún intacta cotización como modelo. No obstante, hay que aclarar que por entonces las modelos estrella no tenían ni la astronómica cotización ni la gran popularidad que tienen en al actualidad, aunque su nombre era muy conocido en el mundo de la moda. Nico intervendrá en esos años en diferentes anuncias para la prensa y telvisión, destacando por inmediatez geográfica la campaña publicitaria que llevó a cabo en España en 1962 anunciando el Coñac Terry, lo que la otorgo una gran popularidad anónima en nuestro país (fue conocida como “la chica de Terry” o “la chica del coñac”)


Nico canta

Paralelamente, en esos primeros 60, Nico intervino en la película francesa Strip-Tease (1963), en donde llevará por primera vez a cabo una nueva faceta, que será por la que es más recordada: la canción. Nico interpretó en aquel filme el tema que le da título, compuesto por Serge Gainsbourg. A falta de trabajo de relevancia en el cine, Nico se dedicó a seducir a estrellas como Alain Delon, ya por entonces famosísimo actor, con quien tuvo en 1962 a su hijo Ari, cuya paternidad no fue reconocida por el interprete hasta mucho tiempo mas tarde.

La carrera cinematográfica de Nico hacía aguas por todas partes, pero aún no había explotado como era debido su otro talento, el musical. Dotada de una singular voz semimasculina, en 1965 llamó la atención del gutarrista de los Rolling Stones Brian Jones, quien le produjo aquel año el single "I´m not saying", su primera publicación. Inquieta y con ambiciones, Nico se codeaba con lo mas granado del Show Bussiness e intuyó que en el Swinging London y en sus jóvenes estaba una de las llaves del éxito. Aunque era ya algo mayor en relación a la edad de los intérpretes de Rock y Pop del momento, se sintió enormemente atraída por la creatividad y rebeldía que irradiaba el mundo del Pop, pasando varias temporadas en Londres. No obstante, será en su habitual residencia americana donde conocerá a Bob Dylan, quien se sentirá fascinado por ella, hasta el punto de que la actriz y modelo le inspiraría una canción, "I'll Keep It With Mine".

Warhol, The Factory y The Velvet Underground (peel slowly and see)
Cuando parecía que el futuro de Nico volvía a estar en Europa, a finales de 1965 conoce a Andy Warhol, el artista multidisciplinar pope del Pop Art. La imagen de “chica del momento” de la joven convenció a Warhol para que inteveniese en sus películas experimentales producidas por su Factory neoyorquina: Warhol y el director Paul Morrissey tuvieron bajo sus órdenes a Nico en sus filmes Chelsea Girls, The Closet, Sunset, e Imitation of Christ. Nico se había convertido en el periodo 1966-67 en la musa de The Factory y de Andy Warhol.


En 1967, Andy Warhol contrató para The Factory a un peculiar grupo de Rock, The Velvet Underground, un cuarteto neoyorquno de música y letras realmente marginales y oscuras que había sembrado escándalos en sus actuaciones en Californa y que pese a todo contaba con el aval de ciertos beatniks franceses que quisieron sin éxito que el grupo se instalase en Francia, y del recientemente fallecido Brian Epstein, manager de los Beatles, quien estuvo a punto de ficharlos como protegidos. Warhol quería añadir la música a su multidisciplinar universo, y el grupo, tosco y marginal como su nombre, era perfecto para sus pretensiones. La banda estaba liderada por Lou Reed, cantante y guitarrista, y tenía como segundo de a bordo a John Cale, multiinstrumentista, ambos músicos con inteligencia y ambiciones artísticas. Warhol les propuso actuar en las perfomances de su bizarro espectáculo Exploding. Plastic. Inevitable, una orgía de música, proyecciones y ballet. Convencido de que la voz y la presencia de Nico iban a ser determinantes para el grupo y para el espectáculo, les obliga por cláusula contractual a aceptar a la alemana como co-cantante junto con Reed. El grupo accede con reservas, pero pronto se darían cuenta del norme potencial artístico de Nico. Mas allá del efectismo del espectáculo en directo- Con Nico vestida de dominatrix látigo en mano- la banda se dispondrá a grabar su primer LP, con el aval de Warhol.


En 1967 se publica The Velvet Underground and Nico, con 11 temas cuatro de los cuales estaba cantados por la alemana (el resto por Reed): “Sunday Morning”, “Femme Fatale”, “All Tomorrow´s Parties” y “I´ll Be Your Mirror”. El disco pese a que la crítica lo defenestró y el público lo dio la espalda por su por entonces durísimo contenido de apología de las drogas (“Heroin”) o el sadomasoquismo (“Venus in Furs”) y su tono sombrío, se convirtió en los 70 en un LP de culto, especialmente entre los amantes del Rock Urbano, el Glam y el Art Rock, y hoy en día es considerado como una obra maestra del Rock y uno de los mejores discos de la historia. Las canciones que interpreta a Nico en el son las más tranquilas y mediotempistas del disco, siendo el primer trabajo musical donde la intérprete mostraba sus enormes bazas artísticas: una voz fuerte pero versátil y cristalina con un timbre peculiar y moldeable. Nico mantuvo una relación sentimental con Lou Reed, y ya metida de lleno en los cículos pop, también mantuvo romances con Jim Morrison, Tim Buckley, Iggy Pop y Jackson Browne, además de su anterior y fugaz relación con Brian Jones.

Pese a que disco The Velvet Underground and Nico llevaba le firma Andy Warhol para hacerlo atractivo al público y en la portada diseñada por el artista aparecía un plátano que se podía pelar (una de las mas atractivas y famosas portados de LPs de todos los tiempo), esas estrategias de marketing tampoco funcionaron en al trayectoria comercial del LP. A mediados de 1967 Nico decide abandonar la banda, que no tardará en marcharse de la Factory e iniciar una brillante trayectoria como uno de los grupos mas influyentes de la historia del Rock. Nico, por su parte debuta en solitario a finales de aquel año con Chelsea Girl. El disco fue una producción de lujo en la cual tomaron parte como compositores Bob Dylan, Tim Hardin, su novio en aquel tiempo Jackson Browne y sus ex compañeros de la Velvet Lou Reed, John Cale y Sterling Morrison. El LP era un curioso album de Folk-Pop que hoy en día es una pieza de culto. No obstante -como toda la obra posterior de Nico- su éxito se redujo a círculos arties, hippiosos y de músicos “entendidos”, además de compositores de vanguardia.



Una artista diferente

En 1969 publica su segundo trabajo, Marbel Index, en donde debuta como compositora. Con arreglos de John Cale, que ya había abandonado la Velvet e innovadora producción de Frazier Mohawk, el disco es un vanguardista anticipo del Art Rock de los setenta (Peter Gabriel, Brian Eno, King Crimson), aunque tiene también alguna inspiración Folk. Ese año, 1969, conoce al director francés Philippe Garrel, con quien tratará de retomar su carrera interpretativa durante la decada de los 70, pero por aquellos años Nico estaba fundamentalmente centrada en la música. La artista compone y canta la canción “The Falconer”, para el film Le Lit de la Vierge, en 1969.

Deserthore (1970), incidía en al misma línea que el LP anterior, pero volvió a pasar desapercibido. Tres años después apareció The End. John Cale, como productor, es el artifice formal de los dos discos, en donde toca el británico Brian Eno, ex de Roxy Music que ya había iniciado su carrera en solitario como precusr del ambient. Si bien ambos LPs fueron un fracaso comercial, Nico se había hecho un nombre como música de culto entre la camarilla del rock. Su talento como compositora e intérprete era innegable. Fue invitada por el británico Kevin Ayers a su histórico concierto de junio de 1974 en donde se juntaron todos los frikis vanguardistas del rock del momento: Eno, Robert Wyatt, Mike Oldfield, John Cale y los propios Nico y Ayers. El evento quedó registrado en un disco irrepetible June 1, 1974.


Drogas y decadencia

La vida personal de Nico tampoco iba muy bien. Depresiva y atormentada, se refugio princiapmente en la relación que había comenzado con Philippe Garrel, con el que comenzó a vivir en París a principios de los 70, lo que no evitó su adicción a la heroína. Nico intervino como actriz en siete films del director entre 1970 y 1979 en algunos de los cuales llegó a ser ayudante de dirección. Con el paso de los años su carrera en el mundo del cine de la mano del director galo irá bajando enteros a medida que su relación sentimental se iba deteriorando y su adicción a las drogas la iba alejando del mundo exterior y de la vida pública. En 1975 había interrumpido su carrera musical y sus apariciones públicas se redujeron drásticamente (el último concierto en el que intervino en los 70 fue el conocido bolo del grupo Tangerine Dream en la catedral de Reims en donde varios de los asistentes orinaron en el templo produciendo un gran revuelo y polémica). Sus discos en la segunda mitad de los 70 se convirtieron en objetos de culto tanto para la generación punk como para los músicos vanguardistas como Laurie Anderson, Kate Bush o más veteranos como Can o Tangerine Dream.


En 1979 Nico rompe definitivamente con Garrel, abandona Francia y decide regresar a Nueva Cork. A principios de 1980 vuelve a los escenarios en el mítico club CB GB, causando gran expectación y una buena sensación. Su figura mítica intenta restaurase por parte de sus fans. Nico decide volver a vivir de la música y tras unos conciertos en clubs decide hacer una pequeña gira de 12 conciertos en el Medio Oeste norteamericano con gran éxito de crítica. En 1981 publica su nuevo disco en ocho años, Drama of Exile, rock urbano fusionado con ritmos del este de Europa que anticipa la World Music. En 1982 se publica un LP en directo de su gira americana, Heroine y otro de su posterior gira europea Do or Die. Nico pasará temporadas estivales en una casa comprada en Ibiza, el lugar donde nació su nombre artístico.


Muerte en la isla

Nico, hasta su muerte en 1988, no pudo superar su adicción a las drogas y a principios e los 80 su aspecto era el de una mujer mayor de lo que en realidad era. Hacia 1983-1984 vive en Barcelona tratando de superar sus problemas, sin éxito, recordado la época de la “chica de Terry”. En 1985 Nico publica su último LP de estudio Camera Obscura, de lo mas arriesgado de su obra, acometiendo standars jazzísticos con un atrevido tratamiento instrumental. Por aquellos años se traslada a Salford, una localidad cercana a Manchester donde compartirá piso con dos estudiantes. Sus actuaciones en directo se sucederán, pero sin el encanto de otros tiempos. La demanda de material de Nico por parte de fans y mitómanos hará que varios LPs sacados de sus actuaciones se publiquen durante la década de los 80. Nico, en sus últimos años, muy poco capaz de controlar su vida por sus problemas mentales y físicos fue utilizada por su nuevo manager, Alan Wise, haciéndola vivir un falso romance con el músico John Copper Clarke, debido a motivos de marketing. Nico convivirá con Clarke entre 1986 y 1987.

En 1988, Nico se propuso dejar la heroína, reformó sus habitos alimenticios y comenzó a practicar deporte. En Julio del 88 se encintraba en su residencia veraniega de Ibiza junto con su hijo Ari. El día 18 de ese mes, paseando en bicicleta Nico sufre un ataque al corazón que le hace caer de su bici. Llevada al hospital, se le diagnostica una hemorragia cerebral y fallece horas mas tarde. Tenía 49 años. Es enterrada en Berlín en la tumba de su madre.

Desahuciada por el gran público y devorada por sus demonios interiores, Nico engrosa la lista de Beautiful Losers del Rock, pero su obra musical sigue siendo una de las más singulares de la música moderna. Su polifacética personalidad y su amplia lista de amistades dentro del mundo del entretenimiento hacen de esta mujer uno de los personajes mas fascinantes del mundo del espectáculo en al segunda mitad del siglo XX, una bella musa caída. La musa maldita.