lunes, junio 29, 2020

LOS PROFESORES DE SAINT DENNIS (LA VIE SCOLAIRE)







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Cine docente (sobre docencia, se entiende) y con vocación de verismo que resulta honesto y creíble en su vocación de retratar las bondades y deficiencias del sistema escolar francés en lo concerniente a los alumnos de entornos más desfavorecidos y/o con pobre aprovechamiento académico (alumnado de adaptación). Sus directores, Mendi Ihr y Grand Corps Malade saben de lo que hablan sobre todo por la condición de Mendi Ihr de miembro de una minoría étnica dentro de Francia ya que en las aulas galas como es sabido la multiculturalidad es enorme. Esta multiplicidad de orígenes étnicos aparece reflejada en este filme como una situación que tanto de manera positiva como negativa condiciona el ambiente escolar pero cada claro que la cinta pone su punto de mira más en la extracción economicosocial de los alumnos y de cómo todo su entorno les condiciona y termina influyendo decisivamente en profesores y asesores de los centros. El instituto Sant Dennis donde se desarrolla esta historia se postulo como un microcosmos que trata de ser catalizado por la figura de una nueva jefa de estudios, la joven de origen árabe-antillano Samia (Zita Hanrot), una chica idealista y con ideas claras que en su condición de descendiente de inmigrantes esta segura de conectar con el conflictivo alumnado de un centro de extrarradio pero las cosas no son tan fáciles y además la docente arrastra problemas personales que complican aún más su equilibrio emocional.
 
La película esta planteada más bien como una historia coral en donde en torno al personaje de Samia giran diferentes alumnos con problemas diversos y voluntariosos profesores muchas veces superados por la situación. Yanis (Liam Pierron), típico caso de alumno inteligente pero sin mucha  fuerza de voluntad se convierte en la lucha de Samia para lograr el objetivo de ella y de sus compañeros: que los chavales encuentren un futuro pero todo (el entorno social y familiar de alumnado, la presión de la sociedad actual y su culto al éxito con la ley del mínimo esfuerzo y sobre todolas deficiencias y contradicciones del sistema educativo) parece poner obstáculos. Sin utilizar artificios y con el estupendo trabajo de los jovencísimos actores adolescentes la película funciona correctamente en su vocación de cine crítico y social, pero su indefinición a veces y su cabezonería por mostrarse como una película comercialmente atractiva impiden mayores logros. Con todo, muy recomendable sobre todo para docentes y amantes de la mejor vertiente naturalista de sierre del cine francés.