jueves, julio 12, 2018

TULLY



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Se agradece que en periodo estival existan estas películas que sin demasiadas pretensiones ofrecen historias estimulantes y bien contadas. Esta comedia dramática que cuenta una cosa tan cotidiana como la maternidad y como es percibida- en este caso en su vertiente más problemática- por algunas mujeres podría ser un testimonio realista más con todos los elementos dramáticos y de comedia que se quieran insertar- y que aquí se encuentran excelentemente integrados en la historia- pero la película apuesta por ser algo más, la vivencia psicológica de una cuarentañera que tras su segundo parto se encuentra superada en todo y con la ayuda de una niñera más joven vuelve a encontrarse a si misma y vuelve a encontrar sentido a una vida rutinaria, aunque en realidad puede que nada sea lo que parece empezando por Tully, la babysitter de 26 años que se convierte inesperadamente en el complemento ideal de Marlo, nuestra protagonista 

Este filme de nuevo reúne al tandem formado por el director Jason Reitman y la hábil guionista Diablo Cody quienes ya convencieron a crítica y público con Juno (2007) y Young Adult (2011) y que en esta ocasión reinciden en la inclusión de elementos melodramáticos  en un contexto tragicómico realista con aceptables resultados. Charlize Tzeron, engordada para la ocasión, realiza un notable tour de force interpretativo como Marlo, una madre descreída y en crisis de los cuarenta, con más que notables momentos, mientras que Mackenzie Davies da vida a Tully, además de su niñera su nueva amiga y confidente, una especie de Mary Poppins urbana que parece ser todo lo que marlo hubiese querido ser en su juventud y por que no, ene se momento.  El costumbrismo marca de la casa Cody aparece aquí con exultante madurez en situaciones perfectamente reconocibles en medio de una historia que sólo en apariencia parece que no cuenta nada pero que en realidad termina siendo la crónica de la existencia de la propia Marlo narrada desde su percepción y desde un juego mental y de apariencias. Con ternura, ironía y cierto sentido de la esperanza se nos presenta una película que se degusta una película con las pretensiones justas pero que termina siendo una pequeña delicia.