martes, diciembre 13, 2011

El aparatito Lumiere IN TIME



** y 1/2
 
Otra oportunidad desaprovechada de hacer una buena y sugerente película de ciencia ficción. Aunque la premisa de esta película en sí es bastante jugosa, como solo ser habitual en los últimos años en el género la cosa se queda muy a medias. Andrew Niccol, director y guionista especialista en rocambolescas historias con bastantes juegos de apariencias y ocultación de la verdad (Gattaca (1997), El Señor de la Guerra (2005) o guionista de El Show de Truman (1998) ) quiere y no puede ofrecer un filme de ciencia-política-ficción de calidad y con ideas claras y mensaje rotundo y en su lugar firma una historia interesante pero con muchos altibajos y con un fallido mensaje sociopolítico (muy oportuno en estos tiempos de crisis) que alerta sobre los intereses de los poderosos y su falta de moral a la hora de utilizar, engañar y manipular  a la población para conseguir sus fines. In Time presenta una distópica sociedad futura en un siglo indeterminado (aunque muy parecido al siglo XXI) en donde el ser humano deja de envejecer a los 25 años y tiene que conseguir tiempo adicional (horas, días, meses, años) para seguir viviendo -sin envejecer-; por ello no existe el dinero como tal y las personas pagan con tiempo, que es la posesión más preciada de los nuevos habitantes de este planeta. Existen ladrones de tiempo, bancos de tiempo, magnates del tiempo en una sociedad dividida en dos clases: los que controlan la distribución  tiempo y los que no. En medio de este alucinante orden social surgen los consabidos rebeldes, en esta ocasión un joven marcado por la muerte por “agotamiento de tiempo”  de su madre y que por ello decide rebelarse contra un sistema que cree injusto. Pero por desgracia, lo que podía ser una historia que bien explotada y contada sería una película fascinante se queda en un filme del montón que con estructura de thriller satinado con alguna reflexión filosófico-humanista y un mensaje inocentemente rebelde no logra despegar a la hora de ofrecer un relato atrayente y sólido. Una pena porque mimbres había en la historia.

Uno de los principales errores de In Time es no explicar muchas claves de la inquietante sociedad futura que nos presenta: ¿Cómo se origino realmente?, ¿Qué es lo que cambió en el mundo para que el dinero ya no tuviese valor?, ¿Cómo es la estructura política de esta nueva sociedad? Aquí Niccol decide pasar por alto cualquier explicación consiguiendo que la película muchas veces plantee interrogantes que no tienen respuesta y por lo tanto frecuentemente haya momentos que no haya por donde agarrarlos. Parece que en lugar de adentrarse en los cánones de escritores de ciencia ficción como Philip K. Dick o William Gibson que hubiesen hecho con este planteamiento obras sublimes, se ha optado por tomar y revisar temáticas existentes en fuentes tan dispares como Momo o La Fuga de Logan con un barniz de crónica de rebelión bastante inofensiva que no consiguen levantar el inconsistente interés de la película. Una estética que trata de resultar original mezclando elementos pseudoapocalípticos con modernidades de los 2000-2010 y alguna “antigüedad” de siglos anteriores resulta tan vistosa en algunos momentos como tremendamente cansina y opaca cuanto más avanza la película. El protagonista, el cada vez mas omnipresente Justin Timberlake no muestra el necesario carisma para interpretar a un creíble héroe anti sistema y lo mismo se puede decir de Amanda Seyfried, que interpreta a una niña rica del nuevo orden que se une a Will en su batalla contra la clase gobernante. En el momento en que vemos a Will y Sylvia convertidos en unos Bonny and Clyde futuristas con connotaciones tarantinianas la película, que hasta el momento se había mantenido en niveles en ocasiones bastante aceptables, cae a pique. No obstante, sería injusto no reconocer que los mensajes del filme (las injusticias se pueden combatir por muy poderoso que sea quien las produzca; la inmortalidad puede ser un don anhelado pero también la más terrible condena) no son moco de pavo, pero dentro de una película irregular dicen muy poco.

domingo, diciembre 11, 2011

Mis 50 discos que te cagas (39): MICHAEL JACKSON – THRILLER (1982)


 
 
Siempre que se habla de Thriller de Michael Jackson (1958-2009) resulta obligatorio decir que es el LP más vendido de la historia: unos 65 millones de copias en todo el mundo desde su publicación en noviembre de 1982 así lo atestiguan. De todos es sabido además lo que supuso este álbum en la carrera de Michael Jackson y en la historia de la música popular, en cuanto que su irrupción en pleno nacimiento de la era MTV y en el apogeo de la cultura del éxito y la explosión del reinado del marketing demostró lo rentable que podías ser la industria musical. El menor de los Jackson, con una carrera profesional desde los 6 años en las filas de Jackson 5 y un talento que - quedó demostrado en Thriller- rozaba la genialidad, se convirtió en la encarnación del sueño americano  en la era Reagan con un status de ídolo solo comparable al que en otras épocas habían logrado los Beatles. No obstante, poco a poco el monstruo de la fama desmedida y el peculiar carácter peterpanesco del personaje introducirán a  Jackson en un mundo de extravagancias, reclusiones casi ermitañas y escándalos que pusieron a su carrera musical en un estado de intermitencia donde aún se esperaban grandes aciertos pero que en todo caso, quedó eclipsada por el propio espectáculo de su vida.

Pero vayamos a lo que nos interesa.Thriller, sexto álbum de Jackson en solitario aunque el segundo en el sello Epic y en su vida adulta (los cuatro primeros registrados en la Motown los grabó siendo menor de edad)  fue realmente un álbum que produjo cambios sustanciales en la industria del disco en cuanto que se vio la importancia de una producción de lujo para conseguir un disco perfecto: porque más allá de las horas y horas del genial productor Quincy Jones con Michael en el estudio y la cuidada estrategia de estos para concebir un LP que gustase al mayor número de público posible, Thriller es un trabajo exultante, elegante y cautivador. Gracias a Thriller la música negra alcanzo cotas impensables (los músicos afroamericanos se convirtieron a mediados de los 80 en los grandes animadores y renovadores de la música pop estadounidense) y renovó con acierto la música de las pistas de baile creando un nuevo género, la Dance Music o Dance Pop, que superó el manido cliché de la música Disco de finales de los 70 para ofrecer un sonido bailable apto para público tanto blanco como negro con retales tanto de funk como de soul, electropop, R&B, synthpop e incluso guitarreos rockistas. El debate si es este LP o el anterior Off The Wall (1979) el mejor trabajo de Michael Jackson sigue ahí: es posible que Off The Wall sea mejor, pero no cabe duda que Thriller es mucho más comercial, completo y variado.  Siete singles de las nueve canciones del álbum - los siete top 10 en USA- , un año entero en el Billboard, dos años (1983 y 1984)como disco más vendido en EEUU y ocho premios Grammy avalan uno de los discos más inteligentemente comerciales de la historia.          
Thriller siempre destacará por contener las dos mejores canciones de Michael Jackson: Billie Jean y Beat It, ambas compuestos por el propio Jackson en un disco donde otros compositores firmaron más de la mitad de los temas.  Billie Jean, el segundo single, es probablemente la obra maestra de Michael Jackson en cuanto a temas; pieza seminal del pop funky de los 80 su irresistible rítmica en un contexto de pop casi melódico le convierte en un tema exquisito y sugerente que sin duda fue una tarjeta de presentación más fiel de la esencia del álbum que el primer single de octubre de 1982, The Girl is Mine un resultón dueto con su por entonces amigo Paul McCartney (poco después la compra de los derechos de las canciones de los Beatles por parte de Michael rompería esa amistad) que antes de la publicación del disco suscitó recelos entre los amantes de la música negra por su carácter de balada de synthpop blanco convencional y en el público en general por su almibarada textura: no obstante, The Girl is Mine (otra de las cuatro composiciones de Michael en este disco) fue el primer hit de un LP ecléctico como pocos (el speech dialogado entre ambos artistas al final de la canción discutiendo sobre la chica en cuestión es todo un momento kirsch) . Por contra, Beat It es funk rock desatado con enérgico y pegadizo estribillo y antológico solo de guitarra heavy del guitarrista del momento, Eddie Van Halen,”ensamblado” a partir de tropecientas tomas diferentes aunque parezca mentira

Aunque McCartney y Van Halen fueron los músicos invitados más conocidos de Thriller, Quincy Jones consiguió agenciarse la mejor tropa de músicos de estudio de USA: Dean Parks en la guitarra, Paulinho Da Costa en las percusiones, Rod Temperton como teclista y compositor de algunos temas, Greg Phillinganes en los teclados y el sintetizador o casi todo Toto (Steve Lukather, David Paich y los hermanos Steve y Jeff Porcaro). Precisamente el teclista Steve Porcaro fue coautor de Human Nature, espléndida balada con una sentida interpretación de Michael que con el tiempo ha pasado a convertirse en otro de los temas más conocidos de Thriller y que de alguna manera sentaba las bases de las baladas soul pop ochenteras de gente como Madonna. La canción que abre el disco, Wanna Be Startin´Something  es otro clásico dance pop con su frenético ritmo funk, como también resulta arrebatadora P.Y.T con sus reminiscencias jazzies. El tema que da título al álbum merece consideración aparte: no se trata del mejor tema del mismo, pero sin duda es el más recordado; culpable: el revolucionario videoclip de casi un cuarto de ora dirigido por John Landis que inspiró y fascinó a toda una generación que vio bailar entre zombies a aquel muchachito de la cazadora roja. La era del video había comenzado y Thriller y Michael Jackson tuvieron mucho que ver. El tema, compuesto por Rod Temperton y último single, no es más que pop bailable de mediano alcance, pero de alguna manera lo tenía todo para triunfar: ritmo memorizable y pegadizo, un video antológico homenaje al cine de terror serie B y el inolvidable recitado final con la profunda e inquietante voz del gran Vincent Price con risa diabólica incluida    

Michael Jackson se convirtió en el artista negro que mas alto había llegado en la historia y durante un tiempo fue todo un ejemplo para su comunidad, aunque sus operaciones de cambio de rasgos negros por otros caucasianos en el periodo 1983-85 (justificado por unas quemaduras sufridas durante el rodaje de un spot en 1984) y el extraño blanqueamiento progresivo de su piel indicaban que el chico prefería cuanto menos tener otro aspecto. Niño mimado por el show bussiness americano a mediados de los 80, comenzó a llevar trajes extravagantes, a decir cosas raras sobre su persona y a hacerse el longuis en la publicación de un nuevo LP en solitario tras la reunión musical con sus hermanos The Jacksons en 1984 con el disco Victory y su posterior gira americana; y hasta 1987 un blanquísimo MJ no publicaría Bad. Más allá de sus tribulaciones, problemas personales, majaderadas varias e incluso denuncias por acoso de menores, Michael Jackson demostró en Thriller que podía haber sido la gran estrella musical de finales del siglo XX. Si uno deja los prejuicios aparte, la escucha de este disco sigue siendo una delicia.   


FICHA TÉCNICA

Géneros: Dance Pop, Pop Negro, Funk, Soul Pop, Pop Rock, Synthpop
Publicación: noviembre 1982
Sello original: Epic
Producción: Quincy Jones y Michael Jackson
Duración: 42:19
Músicos:
Michel Jackson: voz, percusión
David Paich: teclados, sintetizadores, programaciones
Dean Parks: guitarra
Steve Lukather: guitarra, bajo
Steve Porcaro: teclados, sintetizadores, programaciones
Louis Johnson: bajo
Rod Temperton: teclados, sintetizadores
Greg Phillinganes: teclados, sintetizadores, programaciones
Jeff Porcaro: batería, arreglos de viento y cuerda
Paul McCartney: voz en The Girl is Mine
David Foster: teclados, sintetizadores
Brian Banks: teclados, sintetizadores, programaciones
Eddie Van Halen: solo de guitarra en Beat It
Larry Williams: saxo y flauta
Paulinho Da Costa: percusión
Gary Grant: trompeta y trompa
Bill Reichenbach: trombón
David Williams: guitarra
N´Dugu Chancler: batería
Michael Boddicker: teclados, sintetizadores
Bill Wolfer: teclados, sintetizadores
Anthonny Marinelli: programaciones
Greg Smith: sintetizadores
Latoya Jackson, Janet Jackson: coros en PYT
Vincent Price: recitado en Thriller


Track listing

1- Wanna Be Startin´ Something
2- Baby Be Mine
3- The Girl is Mine
4- Thriller
5- Beat It
6- Billie Jean
7- Human Nature
8- P.Y.T (Pretty Young Thing)
9- The Lady in My Life