sábado, noviembre 29, 2014

TRAS LA PISTA DE WILL MORE: RECONSTRUYENDO UNA BIOGRAFÍA (EL EXTRAÑO CASO DE WILL MORE, 2ª PARTE)




Hace 4 años (diciembre de 2010) rayos c en la oscuridad publicó uno de los post más vistos de este blog y de los que este que subscribe se siente más orgulloso: El extraño caso de Will More, en el que se trataba de hacer una semblanza del enigmático actor madrileño con un papel destacado en el filme Arrebato (1979) de Iván Zulueta. Debido a una casi total falta de datos sobre este personaje- del que poco se sabía  más de 30 años después del estreno de Arrebato y que durante un buen tiempo se encontró en paradero desconocido- más bien, lo que se hizo fue lanzar una serie de interrogantes sobre su vida, el por que de una carrera breve, incompleta y bruscamente interrumpida, sus relaciones con la droga y algunos aspectos muy interesantes para los degustadores de la cultura pop ibérica como sus conexiones con el malogrado Antonio Vega vía su también enigmática y desaparecida hermana Carmen, como él, otra musa de los primeros años de la Movida madrileña. Con datos provenientes de diferentes artículos de Internet publicados hasta la fecha se consiguieron datos reveladores sobre su situación en el momento de la publicación del post aunque aún quedaban muchas incógnitas por resolver. Posteriormente, varios lectores han ido aportando datos interesantísimos que van despejando una ecuación que parecía imposible de resolver solo hacía unos pocos años atrás, la ecuación Will More. Y ahora, con nuevos datos que han ido apareciendo en estos últimos cuatro años en diferentes medios y la vuelta con cuentagotas de Will More a la vida pública, ya podemos reconstruir gran parte de la asombrosa e interesante biografía de este fascinante artista de nombre Joaquín Alonso Colmenares Navascúes García Loygorri de los Ríos, más conocido como Will More      


Rayosc buscando a Will More

¿Dónde estaba Will More? ¿Por qué había desaparecido de la vida pública? ¿Quién era en realidad aquel muchacho enjuto, pálido y de pelo crespo que ni sus propios compañeros actores sabían de donde había salido y desconocían su verdadero nombre allá por 1979? Esas eran las preguntas que rayosc se hacía en diciembre de 2010 y que pudo responder -con muchas reservas- en ese mismo artículo tras un modesto proceso de investigación internetera. Lo más interesante que se consiguió saber, era que el hombre que dio vida a Pedro, el chico que fue literalmente vampirizado por el celuloide en el mítico film de culto Arrebato, seguía vivo contrariamente a lo que decían los rumores propagados entre cinéfilos y blogueros (algo que no descubrió este blog, como señalamos en su día, sino que en 2008 había salido a la luz de la mano del propio actor participando en un foro donde se especulaba sobre su destino y paradero, aunque esto aún no era conocido entre muchas personas en aquella época). Pero aún quedaban muchos otros asuntos que continuaban siendo un enigma, en especial todo lo concerniente a su hermana Carmen, una de las reinas de la Movida que despareció de Madrid hacia 1984 y que desde entonces no se sabía absolutamente nada de ella. Al parecer tuvo un romance con Antonio Vega y se decía que fue ella quien le metió en el mundo de la droga y quien le inspiró para componer el mítico tema Chica de Ayer interpretado por el no menos legendario grupo de Antonio, Nacha Pop. En estos cuatro años desde la publicación de El extraño caso de Will More  varios lectores, de manera anónima o con su nombre, blogueros en su mayoría y muchos profesionales destacados en su ámbito y/o que además llegaron a conocer personalmente a Joaquín Alonso-Colmenares Navascúes García Loygorri de los Ríos, aportaron amablemente a rayosc una gran cantidad de datos con la que se ha podido completar bastante de la biografía de Will More así como varios aspectos de su trayectoria como actor. Paralelamente, algunos artículos en prensa o en Internet se han ocupado de la figura de Will More también aportando datos siendo lógicamente más interesantes aquellos escritos una vez más por personas que conocieron al intérprete, que por cierto desde su aparición en Madrid en marzo de 2010 con motivo del homenaje al fallecido Iván Zulueta en la Academia del Cine Español- por aquel entonces se encontraba viviendo en Miami- se ha dejado ver en apariciones públicas y en pequeñas entrevistas, así como en una reveladora intervención en el filme documental Antonio Vega, tu voz entre otras mil …junto con su hermana Carmen. Ahora ya no es difícil encontrar una foto actual de un Will More de 65 años, que parece ser que reside en Madrid y que sigue suscitando interés propio de figura mítica entre cinéfagos (su intervención en Arrebato es sencillamente mítica e irrepetible) y mitómanos de la Movida y de todo lo que se vivía en el Madrid de la primera mitad de los 80 con su microcosmos de libertad total y creatividad artística desinhibida y también de droga y de excesos. Lo más importante, podemos contar ahora aspectos de la misteriosa vida de Will More que solo hace unos pocos años ignorábamos, y a ello nos vamos a poner en las líneas siguientes.


Un con chico con casaca roja y azul paseando con una perra blanca por el barrio de Salamanca

Joaquín Alonso Colmenares Navascúes García Loygorri de los Ríos (en realidad sus dos apellidos son Alonso García o si se quiere Alonso-Colmenares y García-Loygorri, apellidos compuestos que eran los dos primeros apellidos de cada uno de sus progenitores y que siguiendo una tradición de familias de alcurnia iban acumulando apellidos hasta hacerlos más largos que un día sin pan)  nació el 27 de diciembre de 1949 en Madrid en el seno de una familia adinerada afincada en el opulento barrio de Salamanca. Por parte paterna, era de origen navarro y por parte materna, guipuzcoano. Su padre Joaquín Alonso-Colmenares de Navascués fue militar de carrera y llegó a general. Su madre María del Carmen García-Loygorri de los Ríos, de una de las familias más ricas de San Sebastián, falleció el 13 de diciembre 1966 a los 44 años, según una esquela del diario ABC de la época. No se sabe cuando falleció Joaquín Alonso-Colmenares Sr. Junto con Joaquín nació su hermana melliza María del Carmen (en El extraño caso de Will More afirmamos erróneamente que nació a principios de los 50). La condición de mellizos de Joaquín y Carmen fue confirmada por el propio actor en la película Antonio Vega, tu voz entre otras mil y también ha sido señalada por un amigo de la infancia y juventud de los hermanos - al que luego nos referiremos-  como comentario en el blog El Céfiro sobre un artículo acerca de Will More. Años después nació Alicia María, la hermana menor de los mellizos. A mediados-finales de los 60 es cuando Joaquín Alonso-Colmenares recibe el alias de Willmore que más tarde utilizará como nombre artístico: según el citado amigo de juventud del actor (y vecino en el barrio de Salamanca), que aportó como comentarios los mismos datos a este blog y a El Céfiro - en donde firma como José María-  él mismo le puso el apelativo que inicialmente era Wildmore, inspirado en el personaje de Lord Wildmore, que aparecía en la novela de Emilio Salgari La cazadora de cabelleras.  La infancia y adolescencia de los hermanos Colmenares transcurrió en la calle Espartinas del citado barrio y es fundamentado imaginar que en la segunda mitad de los 60 eran ya unos jóvenes excéntricos, yeyeses y con un punto hippy, hijitos de papá madrileños que respondían al arquetipo de los primeros jipis españoles con su punto de rebeldía frente a la adocenada autoridad paterna y materna imbuida de rancios valores inspirados en la tradición, el nacionalcatolicismo y en el  caso de los Colmenares muy posiblemente en el franquismo (no olvidemos que el padre era militar). Hacia 1967, con 17 años, Joaquín Wildmore era ya un muchacho popular en el barrio que según José María junto con sus hermanas frecuentaban “las discos y pubs más vanguardistas de los últimos sesenta: Stone´s, Don Daniel, Club 42, Good Luck…” Joaquín es recordado también por sus insólitas pintas de Sargento Pepper luciendo una “guerrera militar de granadero” roja y azul mientras paseaba a su perra pastor alemán blanca llamada Senta. Según José María, Joaquín, Carmen y Alicia eran “excéntricos, pero encantadores”.

Escena de Arrebato

Parece ser que hacia 1969 Joaquín y Carmen se encontraban viviendo en Londres, aunque a temporadas volvían a Madrid. Según afirma su primo bloguero el guionista Fernando Loygorri en su blog Inventario dentro del artículo Will More/Joaquín y Carmen, mis primos hippies (publicado en 2011) él les conoció siendo un niño de ocho años cuando ellos ya tenían unos 20. Aquellos primos hippies del pequeño Fernando venían a visitar a sus tíos de vez en cuando procedentes de la capital inglesa y vestidos “con la moda hippy”. Joaquín iba vestido con abrigos de mujer y amplios sombreros, ropa presumiblemente adquirida en Londres. Las razones por las que ambos se encontraban en Londres en aquella época son por ahora desconocidas, ¿razones artísticas?, ¿Estaban ambos probando suerte como actores o modelos? (Will More según se cree ejerció de modelo en los años 70), ¿Estaban recibiendo clases de interpretación?, ¿en realidad solo hacían viajes esporádicos a Inglaterra o pasaban pequeñas temporadas allí pero no residían en la Gran Bretaña? Con todo, no parece que los hermanos Joaquín y Carmen fuesen santos de la devoción de al menos una parte de su familia; Fernando Loygorri afirma que Joaquinito y su hermana eran considerados como “un poco locos” y de hecho después de esas visitas, sus padres nunca hablaron de ellos.  Fernando no supo hasta mucho tiempo después que Will More, el actor de Arrebato, era su primo Joaquinito, lo que indica que a partir de principios de los 70 ambos hermanos ya no tenían ningún trato con algunos familiares


Joaquín y Carmen, los reyes de la Movida

Con Iván Zulueta en el rodaje de Arrebato
Desde hace bastantes años la primera mitad de los 70 es el periodo más temprano de la vida de Willmore en el que han manejado datos sobre su biografía, aunque más bien escasos. A principios de los 70 marchó a Estados Unidos para estudiar interpretación y ejercer de modelo (¿trabajó con Andy Warhol?). Se llegó a decir que en 1972 intervino en un pequeño papel en una serie de televisión, norteamericana The Fenn Street Gang, pero esto aún no se ha podido comprobar. Hacia 1974 regresó a Madrid donde prosiguió con el modelaje y rodó sus primeros cortometrajes. En esa época conoció a Iván Zulueta (Donostia 1943- 2009) uno de los más grandes, incomprendidos y malditos cineastas españoles autor de una gran obra maestra como Arrebato. Con Zulueta -que ya había firmado el curioso filme pop psicodélico Un dos tres al escondite inglés (1969)- Willmore (entonces firmaba así, la separación de Will y More vino más tarde y nunca fue constante en toda su carrera) rodó cuatro cortos: Mi ego esta en Babia (1975), Aquarium (1975), Complementos (1976) y Fiesta (1976). Will More se hizo en la segunda mitad de los setenta gran amigo de Zulueta - no se tiene constancia de que interviniese en las películas de ningún otro director durante ese periodo- y muy posiblemente en aquellos años comenzase a probar drogas como la heroína, pasión compartida con el propio Zulueta. Con el realizador donostiarra, según ha confesado el propio Will More, viajó a finales de los 70 a Formentera, Marruecos- donde ambos terminaron en la cárcel- o varias ciudades europeas  En 1979 Zulueta escogió a su muso para encarnar el personaje secundario de Pedro en Arrebato, el muchacho obsesionado en rodar todo lo que ve y siente y que al final termina enganchado en su adicción a filmar o tal vez vampirizado y atrapado por el propio celuloide. La película como es sabido no obtuvo mucho éxito en su estreno en 1980 pero no tardó en convertirse en todo un filme de culto y durante mucho tiempo la  soberbia interpretación de Will More fue aclamada por cinéfilos y degustadores de rarezas audiovisuales. Will por en aquellos finales de los 70 y principios de los 80 nunca dio a conocer su verdadero nombre y este solo se averiguó en la década de 2000. Estaba claro que Joaquín Alonso-Colmenares quería rebelarse contra sus orígenes de niño bien, algo bastante común en aquellos años de la pre-Movida entre muchos de sus jóvenes protagonistas, bastantes de ellos de buenas familias.              

Paralelamente al enigmático Will More actor - ni sus propios compañeros de reparto en Arrebato entre los que se encontraban Eusebio Poncela, Cecilia Roth o Marta Fernández Muro sabían el origen y la verdadera identidad de aquel misterioso muchacho que aparentaba menos de los 30 años que tenía pero que sin embargo era simpático, hablador, atento y buen compañero- surgió el Will More omnipresente en los ambientes juveniles de la incipiente Movida madrileña. Pese a tener más de 30 años y por lo tanto ser un poquito “carroza” para la media de edad que se estilaba entonces entre la fauna que frecuentaba locales como el mítico Pentagrama, Will More se convirtió en un rostro conocido en la noche madrileña. También su hermana Carmen llegó a ser una de las reinas de la Movida, y así lo atestiguan numerosos periodistas, artistas, músicos y gente anónima que compartieron con ellos copas, juergas, y también algún desenfreno y alguna raya. Lo cierto es que tampoco se sabía mucho de Carmen pese a que medio Madrid estaba coladito por ella a sus más de 30 años (también aparentaba menos como su mellizo); como Alaska señalaba, era una chica muy guapa, alta, de tez blanca, delgada y como rasgo más característico llevaba casi siempre unos altísimos tacones. Joaquín era habitual en las “quedadas” de luminarias de la Movida como sus amigos Alaska y Pedro Almodóvar. Tanto él como Carmen hacia 1980 habían caído ya  en las redes de la epidemia maldita de los 80, la heroína, que pululaba por doquier en la noche madrileña y con la que el filme Arrebato realizó un fascinante paralelismo con el poder adictivo de filmar imágenes cinematográficas.


Además de experimentar con la droga, parece ser que ambos hermanos probaron la  homosexualidad -algo también muy común en la movida- y de hecho parece comprobado que Carmen llegó a liarse con una casi adolescente Alaska, por aquel entonces también una girl scout sexual. El Willmore de la noche madrileña de principios de los 80 no parecía muy diferente al personaje de Pedro de Arrebato: facilidad de palabra, vestido de colores severos, educado, enigmático. Ave nocturna aristocrática, un personaje fascinante. Y Carmen, toda una musa retratada por dibujantes y cartelistas de la época ejercía tanta o más fascinación que su hermano. Pese a que de la vida amorosa de Will More poco se sabe, es conocida la destructiva relación de Carmen Alonso-Colmenares Navascués con el músico y cantante Antonio Vega, por entonces líder de Nacha Pop. Dicha relación sentimental (Antonio era 8 años más joven que carmen) posiblemente tuvo lugar en algún momento entre 1980 y 1982, años en los que Antonio también cayó en la heroína incitado por Carmen, tal y como confirman los propios familiares y amigos del músico en la película documental Antonio Vega, tu voz entre otras mil (2014) de Paloma Concejero. En esta misma película por otra parte se desmiente que Carmen fuese la mujer que inspiró a Antonio Vega para componer el célebre tema Chica de Ayer, un rumor que en los últimos años estuvo bastante extendido. En este filme, en el que intervienen ambos hermanos como entrevistados en un momento antológico del metraje (Will More, pese a que ya se dejaba ver por Madrid desde algunos años atrás hizo su primera aparición ante un medio audiovisual después de mucho tiempo y Carmen hizo una intervención pública más 30 años después de su misteriosas “desaparición” que dejó con la boza abierta a muchos), Joaquín y Carmen no solo confirman también esa relación sino que desvelan que Carmen se quedó embarazada de Antonio, algo que siempre se mantuvo en secreto por todas las partes. Según Joaquín cuenta (no podía ver ni en pintura a Antonio), él se llevó a carmen a abortar a Londres (¿hacia 1983?) y por lo que parece se quedó a vivir allí durante algunos años, algo que explicaría el enigmático mutis de la mujer y su desconocido paradero. Aún no se conoce  cuanto tiempo se quedó viviendo Carmen en Londres y en que otras ciudades o países residió teniendo en cuenta que no se ah tenido noticia de ella hasta este 2014: parece probable que al menos a partir de los 90 residiese durante al menos alguna temporada en Estados Unidos junto a su hermano, instalado allí durante aquella época. 


El post-Arrebato y la desaparición

Entre Tinieblas (1983)
Se desconoce también si a mediados de los 80 Will More también residió en Londres al menos en alguna etapa. Sea como fuere, la carrera interpretativa de Will More se fue difuminando conforme avanzaba la década de los 80: tras intervenir cuatro años después de Arrebato en un papel secundario como toxicómano (papel revelador) en Entre Tinieblas (1983) de Almodóvar y en una pequeña intervención sin acreditar en El Arreglo (1983) de José A. Zorrilla,  el intérprete no aparecería en un largometraje español hasta Berlin Blues (1988) de Ricardo Franco, rodando en medio varios cortometrajes y series de televisión, en este último caso no utilizando el nombre de Will More o Willmore. En gran parte de la década de los 80 es posible que sus problemas con la droga lastrasen su carrera, así como su vida bohemia. En fechas recientes se ha sabido que intervino en el film británico de Stephen Frears La Venganza (The Hit) en parte rodado en España y en el que intervino un nutrido reparto español en el que se encontraba Laura del Sol y Fernando Rey y como secundarios Enrique San Francisco, José Luís Fernández “Pirri” o Mikel Garmendia. Joaquín interpretó a un secuestrador bajo el nombre de Joaquín Alonso, por lo que en años sucesivos su presencia en este filme no fue advertida a la hora de contabilizar su filmografía, lo mismo que en dos episodios de la serie de televisión La Huella del Crímen (1985) en los que se acreditó como Joaquín Navascúes; en cambio en otras series como Pepe Carvalho (1986)- en donde su compañero de reparto en Arrebato Eusebio Poncela interpretaba al detective creado por Vázquez Montalbán-  o Delirios de Amor (1989) firmó respectivamente como Will More y Wilmore. En ambas series interpretó sendos papeles secundarios en donde seguía  demostrando su valía como actor pero con la circunstancia de que por entonces ya todo el mundo parecía haberse olvidado del gran Will More-Pedro de Arrebato: no pasaba desapercibido en la pantalla pero su nombre ya no decía nada. La razón por la que el actor firmó algunos trabajos de esos años con “versiones” de su verdadero nombre civil es desconocida, tal vez estuviese tratando de buscar su verdadera identidad como actor y de superar el “personaje” de muso del underground que se había forjado a principios de los 80. Sea como fuere, los directores españoles se habían olvidado de él como un gran intérprete y en esto es posible que sus adicciones toxicológicas influyesen. Will More intervino con ese nombre con papeles destacados en los cortometrajes Una Reina (1984) de Bruna Calderón y Patas en la Cabeza (1985) de un joven Julio Medem - admirador confeso suyo-, aclamado corto insólitamente estructurado en una rápida conversación entre dos personas que le puso brevemente de nuevo en el candelero cinematográfico.        

Patas en la Cabeza (1985) de J. Medem
La reclusión de Will More durante la mayor parte de la década de los 80 parece evidente y a partir de 1990, año en que intervino en el corto Por los viejos tiempos de Miguel Angel Toledo y en el largometraje Continental de Xavier Villaverde en donde interpretó un pequeño papel, se le pierde la pista. Siempre se ha especulado que durante la primera mitad de la década de los 90 vivió en algún país de Sudamérica (¿estaba su hermana Carmen con el?). En 1995, regresó brevemente a España para participar en un documental televisivo sobre Arrebato, mostrando su característica facilidad de palabra y un aspecto aún más delgado y lógicamente encanecido, pero no cabía duda que aquel hombre de 45 años era Will More-Pedro, uno de los personajes más fascinantes del cine español. Tras grabar el programa se volvió a su misterioso nuevo lugar de residencia y de nuevo no hubo noticias de él durante largo tiempo, concretamente hasta 2008. Durante esos casi quince años de misteriosa y total desaparición del actor, en los círculos cinéfilos y admiradores del underground español del siglo XX y de la movida se generaron todo tipo de hipótesis y bulos sobre su paradero y destino aireados por diferentes foros de  Internet: se decía que padecía el SIDA y había estado recluido en una residencia de Madrid, que residía en un domicilio en Madrid con un estado físico lamentable a causa de las drogas, que vivía en Sudamérica, en Miami…Algunas de esas conjeturas resultaron ser parcialmente ciertas como luego veremos (algunos foreros tendrían fuentes fidedignas) pero otras eran burdamente infundadas como quienes decían que había muerto o los que incluso afirmaban que le habían visto en una residencia para enfermos de SIDA en Madrid o que habían hablado con él varias veces.  Finalmente se pudo confirmar la hipótesis de que Will More vivía desde años atrás en Miami (desde mediados de los 90) y fue el pripio Will More quien lo confirmó un 13 de septiembre de 2008 en un foro de Internet con estas antológicas palabras:  Hola muchas gracias por recordarme. Aquí estoy yo vivito y colendo en mi casa de Miami Beach. Disfrutando de la vida. Will More.  


El retiro americano

A partir de ese momento, aunque con cuentagotas, Will More se ha dejado ver públicamente para entusiasmo de sus admiradores, y hasta el momento presente. La hipótesis de lo que hizo y a lo que se dedicó durante sus años de desaparición entre 1995 y 2008 a grandes rasgos ha quedado despejada. Will More comenzó a residir en Miami desde finales de los años 90 después de haber pasado un tiempo presumiblemente en Sudamérica. En 2000 llegó a conocerlo el músico madrileño Carlos de France, fundador en los 80 del grupo Objetivo Birmania y que en 1996 se trasladó a dicha ciudad del Estado de Florida para relanzar su carrera como productor, compositor y artista en solitario. El propio de France amablemente escribió en 2013 un comentario en el post El extraño caso de Will More en el que relataba sus recuerdos en Miami con Will More y que aparecen ampliados en un post de mayo de 2014 en su propio blog Donde estoy sin estar, y que de alguna manera vienen a cubrir el vacío en la biografía de Will  More durante su etapa de residencia en EEUU. De France, que conoció a Will More a través de un amigo español también residente en Miami, afirma que Will More solía visitar su casa de Euclid Avenue y a asistir a fiestas y reuniones con otros amigos, muchos de ellos también españoles buscavidas. A Will More le gustaba recitar poemas en aquellas fiestas ante el entusiasmo del resto de la concurrencia y era adorado y admirado por los invitados a aquellas reuniones -quienes sabían que era un actor retirado- entre ellos el propio De France con quien estableció amistad compartiendo copas, petas y veladas agradables en frecuentes visitas a su casa. En aquella época (2000-2001) Will More no tenía ningún trabajo y vivía de las ayudas del gobierno estadounidense. La razón de las ayudas Carlos de France no la especifica, pero todo parece indicar que eran ayudas por ser enfermo de SIDA, tal y como lo afirma un colaborador anónimo que dejó su comentario en El extraño caso de Will More y que afirmó también haber conocido al actor en Miami. No se sabe exactamente cuando pudo Will More haber contraído esa maldita enfermedad pero pudo ser ya a mediados de los 90. Según esa persona Will More fue para él la persona que mas me ha enseñado en mi vida. (…) Un gran maestro, ya que me daba clases de arte dramático y de la vida... Un gran personaje, un gran sabio y una grandísima persona”. También se afirma en ese comentario que Will More se marchó de España por varias razones, especialmente “para escapar de la sociedad en la que vivía, las drogas, malas influencias y de la época en si”. Hay que señalar que en este comentario en nuestro blog, que data de principios de 2012 se deja entender que Will More ya había muerto, algo que era totalmente falso. 

Will More en 2014

Joaquín vuelve

El 25 de marzo de 2010 fue cuando se produjo la reaparición de Will More en Madrid con motivo del ciclo sobre el por entonces recientemente fallecido Iván Zulueta tuvo lugar en la Academia del cine. Will More, procedente de Miami ciudad a al que regresó una vez terminado el acto, participó en un coloquio junto a otros actores, productores y artífices  de Arrebato (Eusebio Poncela, Helena Fernán Gómez, Antonio Gasset, Augusto M. Torres). Will More apareció con un peinado muy parecido al del mítico director donostiarra y presentaba un aspecto aún más delgado que el que se le recordaba bastantes años atrás pero no dejaba entrever ningún problema grave de salud. Canoso y con bigote, el actor aún conservaba su voz profunda y su elegante porte. Contó varias anécdotas de su amistad con Zulueta (sus primeros cortos, sus viajes con el director). También desveló que recibió en Miami Beach una llamada de Iván Zulueta semanas antes de su muerte. Dos meses después, en mayo de 2010 Will More regresó a España para asistir a una retrospectiva de Iván Zulueta en La Casa Encendida, también en Madrid. En 2011 aparece más de 20 años después en una película, el filme experimental Color perro que huye, de Andrés Duque.  


Will More en la actualidad (diciembre de 2014) reside en Madrid, concretamente en el distrito centro. No se sabe cuando regresó a la villa y corte, pero se deduce que fue entre 2012 y 2013. Las razones por las que ha abandonado Miami son por ahora desconocidas. Durante el periodo 2013-14, Will More, a parte de en la película sobre Antonio Vega, ha aparecido en festivales (Rizoma) y es prácticamente el protagonista de filme documental (no estrenado a la hora de escribir estas líneas) Kuntskammer (2014) de Carlos Escolano, una semblanza-homenaje a Iván Zulueta a través de su alter ego y “superviviente”, que no puede ser otro que Will More. Según los responsables de esta película, Will More sigue siendo heroinómano y se encuentra en tratamiento, costándole bastante dar nombres y fechas. Lo cierto es que en sus últimas intervenciones públicas e imágenes de él tomadas, el actor retirado presenta un aspecto físico muy desmejorado ya que está visiblemente avejentado (en la actualidad tiene 65 años), extremadamente delgado y muy demacrado: los signos del SIDA que presumiblemente padece son bastante evidentes. Así mismo, su estado mental actual no parece el más óptimo, como se puede apreciar en Antonio Vega, tu voz entre otras mil en donde parece desvariar (aunque puede que esto sea solo un exceso de sobreactuación). Sobre su hermana Carmen, poco se ha logrado saber a parte de los nuevos datos descubiertos comentados anteriormente concernientes a su relación sentimental con Antonio Vega. En el momento actual Carmen Colmenares vive en Madrid parece ser que junto con su hermano Joaquín. No se tiene constancia de cuando regresó a Madrid ni de donde ha estado viviendo todos estos años (¿Londres?) ni de que vive ahora. La aparición de ambos en el documental sobre Antonio Vega resulta un momento antológico por tratarse de una reaparición en toda regla sobre todo en el caso de carmen de la que no se sabía nada desde principios de los 80, pero no lo es menos por la pintoresca e histriónica discusión que ambos mantiene ante las cámaras llena de acusaciones, desvaríos de Joaquín y cabreos de su “mellizoshka” (tal y como su hermano la denomina en el film).


Poco más se puede decir sobre Joaquín Alonso-Colmenares Navascués García- Loygorri de los Ríos o lo que es lo mismo Will More. Una figura extraña del cine español y de la interpretación que ha dejado una estela irrepetible no solo a través de la película Arrebato sino a través de su propia vida y entre aquellos que el conocieron. El extraño caso de Will More, un gran actor y una persona singular que, al igual que el Pedro que interpretó en el mítico filme de Zulueta, no pudo alcanzar la pausa, el éxtasis, el arrebato. Pero siempre seguirá siendo un mito.



Para terminar quiero agradecer a todos aquellos/as que durante los cuatro años transcurridos desde la publicación del post de  rayos c en la oscuridad El extraño caso de Will More han ido aportando datos sobre la biografía de Will More, muchos de ellos publicados por primera vez y desconocidos por el gran público, lo cual es para mi un orgullo del que hago partícipe a todos los comentaristas que habéis colaborado de manera pública o anónima. En especial quiero dar las gracias a los que han aportado con su nombre: Céfiro, Eramoner, Extraños en el paraíso, Manuel J Pardial, Juanjo y Carlos de France. Gracias a todos los comentarios vertidos en aquel post y otros artículos publicados en otros blogs (algunos propiedad de las personas antes citadas) hemos conseguido establecer a grandes rasgos un intento de biografía pública de un personaje tan esquivo como fascinante como es Will More.

Y no quiero perder la ocasión de mostrar mi indignación con la edición española de la Wikipedia, que ha incluido frases y datos extraídos de aquel primer post en este blog sin nombrar la fuente. Que se corrija cuanto antes.

miércoles, noviembre 26, 2014

El Aparatito Lumiere DOS DÍAS, UNA NOCHE (DEUX JOURS, UNE NUIT)





*** y 1/2

Los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne siguen encandilando con su cine social inmediato y naturalista y sin necesidad de repetir fórmulas. Estos Ken Loach francófonos después de más de 35 años de carrera continúan siendo de  los nombres más exportables del cine belga y sin defraudar nunca las expectativas, algo que en una trayectoria tan larga es digno de elogio. Asomándose esta vez a un problemas tan candentes como la crisis económica y el desempleo, su nuevo filme Deux hours, une nuit no trata en ningún momento de dar gato por libre ni de entregar mensajes cargados de moralina, sino que retrata las amargas tribulaciones de una mujer con el agua al cuello de una manera muy certera y sobria en una historia cargada de desesperantes consecuencias de debilidades humanas y en donde un acto clave (la difícil decisión de unas pocas personas) se antoja vital para la protagonista. La francesa Marion Cotillard hace un receso low cost en su rutilante carrera con un pie en Hollywood para adentrarse en el cine de su país vecino  interpretando a Sandra, una joven madre de familia a punto de ser despedida de su empresa por reducción de gastos poco después de reincorporarse de una baja por depresión, una decisión que sus compañeros han tomado por votación entre las disyuntiva de su despido o la supresión de la paga extra. Con una nueva oportunidad de repetir la votación esta vez en secreto, Sandra tratará durante dos días convencer a los compañeros y compañeras que dieron el visto bueno a su despido para que reconsideren su postura, visitándoles sin descanso durante esas jornadas uno por uno.  Una misión de valientes y casi épica que además de probar su entereza y su dubitativa estabilidad emocional también retratará las cuitas, situaciones y preocupaciones de sus colegas de trabajo, quienes también desean estabilidad económica en un tiempo de crisis.

El mensaje omnipresente a lo largo de la historia parece claro: la solidaridad es harto difícil en tiempos de crisis, cuando el sálvese quien puede guía todos los actos de las gentes. En ese sentido, lo que se nos muestra claramente es una lucha desesperada no ya solo por conservar un puesto de trabajo sino por hacer triunfar unas tesis y una postura, del todo humana, que en teoría debería imponerse frente a todo interés particular. Aunque la conclusión a la que llega la película no sea cien por cien satisfactoria, está claro que si que hay un mensaje de esperanza que no debe caer en saco roto. Un drama cotidiano que los Dardenne manejan con su característica maestría como narradores y su habilidad para recrear situaciones y escenas creíbles como la vida misma con el añadido de que la limitación de desarrollo temporal (72 horas) y el peculiar planteamiento del filme como una “road movie pedestre” (es sensacional como se ha plasmado el continuo ir y venir de la protagonista para encontrarse con sus compañeros en sus domicilios o en otros lugares) hacen de Deux hours, une nuit una más que curiosa experiencia narrativa. Y si a ello le añadimos interpretaciones perfectas -Cotillard esta magnífica- y un pulso dramático emotivo, árido, con vaivenes y nada lacrimógeno, tenemos la quintaesencia de cómo debe ser un buen filme social que no cae en lo panfletario ni en la moralina. Un nuevo acierto de los hermanos Dardenne, y ya van unos cuantos. 

jueves, noviembre 20, 2014

MIS RETALES FOTOGRÁFICOS (XXIX)

Aguas Verdes (2014)

Asomando al lago (2014)

El Panorama (2014)

En Tierra Firme (2014)

Hojas en Primavera (2014)

Pies en Roca (2014)

martes, noviembre 18, 2014

El Aparatito Lumiere ESCOBAR: EL PARAÍSO PERDIDO (ESCOBAR: PARADISE LOST)






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Inteligente aunque algo irregular aproximación cinematográfica a la figura de Pablo Escobar (1949-1993) el millonario capo del narcotráfico colombiano que mantuvo en jaque a su país durante los años 80 con sus acciones delictivas de crimen organizado y sus delitos de sangre combinadas con su influencia en la esfera política, social y económica de su país que le convirtieron increíblemente en una especie de ídolo para muchos de sus compatriotas. Un interesante debut como director el del actor italiano de vocación internacional Andrea Di Stefano (secundario en Antes que anochezca o La vida de Pí) que además firma el guión en esta coproducción entre Francia, Bélgica y España. Benicio del Toro se mete muy convincentemente en la piel de Escobar (aunque tal vez se vaya repitiendo demasiado en papeles de hampón relacionado con el mundo de la droga) y logra una interpretación intensa y matizada que consigue llevar a buen puerto la finalidad del filme que no es otra que mostrar la compleja personalidad y el inquietante mundo moral de aquel gran capo de la droga aunque la película no  esté centrada en su punto de vista. El filme se vertebra una historia ficticia que se inicia a mediados de los 80 y que está  protagonizada por Nick (Josh Hutcherson) un joven canadiense que llega a Colombia junto con su hermano Dylan (Brady Corbet) con la idea a de abrir una academia de surf y que termina enamorándose de María (Claudia Traisac), la sobrina de Escobar. Fascinado al principio por la lujosa vida de Escobar y su familia y por la personalidad de este, pronto conocerá la verdadera ocupación de su futuro pariente político, pero sus sentimientos hacia María frenarán cualquier intento de alejarse del clan familiar y aunque esto le cueste meterse de lleno en el “negocio” contra su voluntad y principios morales.
  

Todo el sórdido mundo de sicarios, venganzas, asesinatos y corruptelas aparece presentado de un modo áspero y sin concesiones. No hay violencia visual demasiado explícita pero sí una continua atmósfera de mal que entabla una encarnizada dialéctica con la búsqueda de felicidad del joven Nick quien no entiende como puede haber tan escasa distancia entre la belleza que representa la mujer que ama y la siniestra podredumbre moral del mundo de Escobar, que son embargo ha sido capaz de producir lujo, riqueza e incluso ayuda a los más necesitados. Rodada como película de personajes y drama personal más que como un filme de acción o un thriller, la película cumple aunque un guión demasiado forzado y una poca claridad en algunas situaciones no consiguen hacer despegar a Escobar: Paradise Lost hacia la excelencia. Hay momentos tensos muy bien conseguidos y otros no tanto y en general la película hace bien en no abusar de la historia de amor (aunque a veces hace algún amago) lo que la haría caer en el pasteloso “Síndrome Titánic” y eso sería caótico. Un filme que gustará sobre todo a los amantes de la historia reciente y de personajes controvertidos y repletos de aristas.   

viernes, noviembre 14, 2014

LAS AVENTURAS DE LOS HARLEM GLOBETROTTERS, EL SHOW DEL BASKET (y II)




Globetrotters hasta en la sopa (y hasta la cocina) (1969- 1981)

Tras el fallecimiento de Abe Saperstein en 1966, varios propietarios y empresas se sucedieron en la gestión de los Harlem Globetrotters hasta principios de los 90. Leon Hillard se convierte en entrenador de los Harlem Globetrotters permaneciendo varios años en el puesto. En la década de los 70 el número de partidos de los Harlem Globetrotters se dispara hasta el punto de tener que formar una extensa plantilla de cerca de una treintena de jugadores para disputar incluso dos partidos en un mismo día. Son años de máxima popularidad de los Trotters en EEUU y en todo el mundo con viajes y giras en los cinco continentes e impresionantes llenazos en casi todas las ciudades donde actuaban. Incluso gente que no le gustaba el baloncesto terminaba maravillada ante el espectáculo de los Trotters, una tónica que se ha mantenido hasta la actualidad. Si bien el equipo aún tenía sus detractores entre aficionados puristas al basket por la banalización que para ellos hacía del deporte del baloncesto lo cierto es que los Globetrotters no solo estaban ayudando a popularizar el deporte de la canasta en todo el mundo sino que además habían ayudado a hacer evolucionar el baloncesto: los mates, los tiros de tres puntos (creados no olvidemos por Saperstein), las defensas espectaculares, los tiros de gancho y los tapones eran prácticamente invenciones de los Globetrotters que la NBA ya había adoptado en los 70 y pronto llegarán al baloncesto internacional

Los jugadores de los Globetrotters de los años 70 fueron los más carismáticos y conocidos por el gran público. Si bien los Trotters ya venían haciendo apariciones televisivas en shows, especiales y concursos desde la década de los 50, en los 70 explotaron mediáticamente con varios proyectos. Desde los 60 los Trotters no aspiraban ya a tener los mejores jugadores afroamericanos del momento, ya que estos se iban a al NBA e incluso a otros países, pero siguieron contando con talentosos atletas-comediantes. En los 70 continuaban jugadores veteranos y legendarios como Marques Haynes (que regresó al equipo en 1972 con 46 años y permaneció ocasionalmente como jugador hasta 1992 con ¡66 años!), Robert “Showboat” Hall- entrenador-jugador entre 1968 y 1974-, Meadowlark Lemon, Geese Ausbie y Curly Neal (Hall, Lemon y Ausbie seguían jugando con los Trotters con mas de 40 años) a los que se unieron a partir de finales de los 60 otros como Lois “Sweet Lou” Dunbar, Paul “Pablo” Robertson, James “Twiggy” Sanders o Billy Ray Hobley. Una época dorada hasta aproximadamente 1980 en donde los Trotters entusiasmaron a medio mundo con sus shows y en el que los jugadores se convirtieron en auténticas celebridades en EEUU. Meadowlark Lemon y Curly Neal tuvieron durante sus muchos años de estancia en los Trotters el preciado rol en el equipo del “Clown Prince”, es decir, el que más gracia hacía. 

Curly Neal

A partir de mediados de los 60, los Trotters abandonaron sus partidos ocasionales en USA contra equipos de competición (universitarios en su mayoría) y se centraron en sus encuentros de exhibición ante los Washington Generals de Red Klotz. Durante el periodo de 1971 a 1972, los Generals utilizaron otros nombres en algunas giras y otros uniformes en lugar del verde habitual del equipo para dar la impresión de que los Trotters jugaban contra más equipos, así, se hicieron llamar Boston Shamrocks, New Jersey Reds, Baltimore Rockets y Atlantic City Seagulls. Como New Jersey Reds lograron batir a los Globetrotters en enero de 1971 en Tennesse por 100-99 en un partido que precisó de prorroga, después de 2.495 partidos consecutivos ganados por parte de los Trotters dentro de su increíble agenda de multipartitos desde mediados de los 60

Dibujos animados Harlem Globetrotters


En la primera mitad de los 70 los Harlem Globetrotters fueron unos asiduos de la pequeña pantalla y no solo en las retransmisiones de sus encuentros; de 1970 a 1972 se emitió en la cadena CBS una serie de dibujos animados producida por Hanna Barbera, Harlem Globetrotters en la que aparecían versiones animadas de Lemon, Ausbie, Neal, J.C “Gip” Gibson, Bobby Joe Mason y Pablo Robertson viviendo aventuras a lo largo de Norteamérica resolviendo entuertos y luchando contra los malos mediante partidos de basket, en compañía de su ficticia ancianita entrenadora Granny y su perro mascota Dribbles y abordo de su autobús. La serie fue un éxito y ayudó a popularizar más al equipo, generando versiones en cómic (como casi todos los cartoons producidos por Hanna Barbera), muñecos, juegos de mesa y otros juguetes. Fue además una de las primeras series televisivas de dibujos animados protagonizadas por personajes afroamericanos. Los Globetrotters animados también aparecieron en otra serie contemporánea de Hanna Barbera, The New Sccoby- Doo Movies y en 1979 la mítica compañía productora lanzó una nueva serie con los Globetrotters, The Super Globetrotters  en la que figuraban Curly Neal, Nate Branch, Twiggy Sanders, Gesse Ausbie y Lou Dunbar y en donde los jugadores luchaban contra supervillanos trasformándose en superhéroes. En 1974 los Trotters tuvieron también su propio programa infantil de imagen real The Harlem Globetrotters Popcorn Machine en donde había sketches, canciones y contenido educativo. Un total  de nueve jugadores de la plantilla intervinieron en esta serie, entre los que se encontraban Meadowlark, Geese Ausbie, Neal, Branch y el retornado Marques Haynes, a la sazón jugador-entrenador y que continuó regularmente en su faceta de jugador- ya con más de 50 años- hasta 1979. Los Trotters siguieron y han seguido a pareciendo como invitados en varias series y programas de televisión desde Vacaciones en el Mar hasta Barrio Sésamo.


Los Trotters coleccionaron reconocimientos sociales durante la década de los 70: el presidente Gerald Ford nombró al equipo Embajadores de Buena Voluntad de América; a principios de los 80 se les otorgó una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y el Museo Nacional de Historia Social de América inauguró una exposición permanente sobre los Harlem Globetrotters. Toda una exitosa empresa, Harlem Globetrotters Internacional inc llega a la década de los 80 como una de las compañías de entretenimiento más legendarias de EEUU. No obstante, en una época en la que el baloncesto profesional comienza a arrasar en todo el mundo y en donde la NBA y sus equipos y estrellas alcanzan reconocimiento mundial global, el papel de los Harlem Globetrotters a partir de finales del siglo XX comienza a ser incierto por su fusión de deporte y espectáculo de entretenimiento y una vez de que todas sus innovaciones técnicas dentro del deporte de la canasta habían sido ya asumidas por el basket de competición. En 1980 el gran Medowlark Lemon, que ya había hecho sus pinitos como actor y presentador en varios programas televisivos y andaba interesado en convertirse en pastor protestante, abandona los Trotters con 47 años para unirse a un equipo de exhibición creado como imitación a los de Harlem, los Bucketeers. Lemon jugará con otros clubes de show en los 80 como los Shootting Stars o los creados por él Medowlark Lemon´s Harlem All Stars con los que continuó hasta bien entrada la década de los 90.  


La inercia del peso de la leyenda (1982-1992)   



En los años 80 los Harlem Globetrotters continuaron con sus tours alrededor del mundo con notable éxito, pero su popularidad iba menguando en su propio país en la medida que el baloncesto de competición iba adquiriendo auge mediático en EEUU y en todo el mundo. De hecho, fue la década de los 80 la época de explosión del baloncesto en muchos países como deporte de masas y del boom de la NBA. Ya a finales de la década las noticias de la mayor liga de basket del mundo llegaban a todos los rincones del planeta y todo el mundo conocía los resultados de las diferentes jornadas, a todos los equipos que competían y admiraba a sus principales estrellas (Larry Bird, Magic Jonson, Michael Jordan, Dominique Wilkins, Charles Barkley, Pat Ewing…). Los Trotters, como un colectivo de espectáculo cómico más que un equipo de baloncesto, comienzan a ser minusvalorados en EEUU y se podía decir que estaban empezando a obtener más éxito en el resto del mundo que en su propio país. Tampoco sus nuevos shows pese a contar con un importante éxito de público resultan tan innovadores y espectaculares técnicamente como antaño debido a la evolución del espectáculo en el basket convencional por lo que el equipo apostará cada vez más por el elemento teatral y cómico, algo que no es del gusto de los buenos aficionados al baloncesto y esto hace caer a Harlem Globetrotters en la categoría de empresa de espectáculos, con una inevitable disociación para el público respecto a los Trotters con el mundo del baloncesto “de fuste”. Sea como fuere los Globetrotters lograban sobrevivir gracias a su éxito en el extranjero, pero a finales de los 80 empiezan a surgir problemas económicos para Harlem Globetrotters Internacional inc.

La popularidad mediática de los Trotters también empezó a declinar en USA aproximadamente a partir de 1982: aunque los Trotters continuaron apareciendo en campañas publicitarias y programas de televisión y se seguía manufacturando merchandising sus jugadores ya no gozaban de la fama que llegaron a tener en los 60 o 70: el público prefería a las stars de la canasta "de verdad" de la NBA o la FIBA. En 1985 se da por terminada una era cuando se retiran Geese Ausbie y Curly Neal, dos de los últimos  grandes mitos de los Trotters. En años posteriores, ningún otro miembro del colectivo ha llegado al status de popularidad legendaria al que llegaron ellos y otros muchos Globetrotters.

Lynette Woodard
En 1985, con el fin de remozar su atractivo hacia el público, los Globetrotters contratan por primera vez a una mujer, Lynette Woodard (1959) estrella del equipo olímpico femenino americano de basket que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. La prima de Geese Ausbie permaneció en los Trotters hasta 1987. Muy poco después de fichar a Woodard (una de las principales atracciones de Trotters a finales de los 80) el equipo contrató a dos mujeres más, Jackie White y Joyce Walker. Woodard jugó después en las ligas italiana y japonesa. Hasta hoy en día, varias jugadoras han formado parte de plantillas anuales de los Globetrotters, uno de los pocos equipos de cualquier deporte compuesto por hombres y mujeres, aunque de 1993 a 2012 no hubo ninguna chica Trotter. Hay que decir que en esos años ya era francamente difícil reclutar jugadores para los Globetrotters ya que la mayor parte de los baloncestistas universitarios cuando terminaban su etapa estudiantil preferían ir a la NBA o a ligas europeas en lugar de participar en un simple espectáculo circense por muy bien remunerado que estuviese.


A principios de los 90 las cosas se ponen muy mal económicamente. Las ganancias por publicidad del club ya no son suficientes para sufragar sus costosísimas giras y empieza a haber un declive de asistencia de público en sus partidos. La amenaza de quiebra se hace patente en 1992 y los propietarios de los Trotters empiezan a barajar diferentes soluciones, como inscribirse como franquicia en la NBA abandonando el baloncesto show, pero finalmente se descarta la idea. El futuro de los Globetrotters está en bonus y se pide tiempo muerto y cambios.



Reinvención y futuro  (1993-2014)


Cuando en 1993 Harlem Globetrotters está a punto de desaparecer surge la figura de Mannie Jackson (1939) un exitoso empresario afroamericano que fue jugador de los Globetrotters entre 1962 y 1964. Jackson compra la compañía por 6 millones de dólares de entonces con el fin de relanzarla y se convierte en el primer ciudadano afroamericano propietario de una gran compañía deportiva. Jackson decidió renovar drásticamente la plantilla y comenzó a aplicar una política de contratación de jugadores durante un tiempo más limitado, en contra de la tendencia imperante en el equipo de que muchos jugadores- los más carismáticos generalmente- permaneciesen en el por espacio de casi 30 años o más llegando a la mediana edad o incluso a la edad de jubilación laboral (Marques Haynes, que en los 80 y hasta 1992 participó en no pocos partidos siendo un sexagenario, es un caso paradigmático) Mannie Jackson trató de potenciar aún más el componente cómico y de espectáculo de los Trotters- pero sin abandonar en absoluto el trasfondo deportivo- al tiempo que restituyó los partidos amistosos contra equipos de competición (generalmente de la NCAA) o contra combinados de baloncestistas profesionales. Ambas operaciones fueron un éxito y los Harlem Globetrotters recuperaron dinero, prestigio y credibilidad en la década de los 90. El equipo continua a día de hoy disputando una media de más de 365 partidos al año, gracias a su plantilla múltiple que el permite incluso jugar dos encuentros al día.  


Durante sus giras por Europa en los 90, además de enfrentarse a sus habituales Washington Generals (rebautizados de 1995 a 2006 New York Nationals) los Trotters jugaron contra combinados All Star de jugadores norteamericanos como el Kareem Abdul-Jabbar´s All Star Team. Este equipo gestionado por el mítico ex pívot de Milwakee Bucks y Los Angeles Lakers consiguió vencer a los Trotters en Viena en septiembre de 1995 después de casi 25 años de su última derrota (hasta la fecha habían vencido 8.829  veces consecutivas). Hasta hoy los Trotters han perdido cinco partidos más, todos ellos entre 2000 y 2006 y ante equipos de la NCAA ya que a partir de la década de 2000 las giras de Harlem por universidades estadounidenses para jugar contra sus equipos (entre ellos campeones de la liga universitaria) han sido cada vez más frecuentes. En estos encuentros los Trotters “mutan” en un equipo de competición convencional, un rol que no es tan efectivo para ellos como el equipo de show, como puede verse, aunque han conseguido ganar en la mayor parte de las veces y ante equipos que eran vigentes campeones de la NCAA como Syracuse. La última derrota de los Harlem Globetrotters se registró el 31 de marzo de 2006 ante un combinado de jugadores y entrenadores universitarios por 87-83. En 1993 el club creó su primera mascota oficial, Globie.


Otras innovaciones significativas que se introdujeron en Harlem Globetrotters de los 90 fue la contratación de jugadores no afroamericanos después de Bob Karstens en los años 40: en 1995 llegó al equipo el dominicano Orlando Antigua procedente de la Universidad de Pittsburgh. El actual seleccionador de la República Dominicana jugó en los Trotters hasta 2002 en las giras por Sudamérica y Sudáfrica -compaginándolo durante los primeros años con su carrera en equipos de Puerto Rico y la selección de su país- abriendo el camino a otros jugadores de raza caucásica, de origen amerindio o incluso extranjeros que jugarán en los Trotters en los años sucesivos, como Jacob Tucker o el británico Paul “Tiny” Sturgess que en 2011 con sus 2,34 se convirtió en el Trotter mas alto de la historia. Además, viejas glorias de la NBA, como Magic Jonson en 2003, participaron en algún bolo del equipo. 

Durante la mandato de Mannie Jackson, que se extendió hasta 2005, regresaron algunos nombres míticos como Gesse Ausbie que en 1995 se convirtió en entrenador (uno de los varios que suele haber en el equipo) y manager de operaciones de la entidad. En 1994 también volvió Medowlark Lemon para jugar algunos partidos con 62 años después de haber jugado más de diez años en diferentes equipos de exhibición y giras. El equipo, además de estar presente en multitud de campañas publicitarias y actos promocionales en directo o en los medios, reforzó sus actividades benéficas donando más de once millones de dólares en el periodo 1993-2005. Entre 1996 y 1997 contribuyeron con 2 millones de dólares a la Nelson Mandela African Children´s Foundation. Otras muchas entidades y fundaciones se beneficiaron de las donaciones de los Harlem Globetrotters durante esa época, tal era la preocupación de Mannie Jackson por la justicia social. En 2000, el equipo organiza un acto en la Plaza San Pedro de Roma ante el Papa Juan Pablo II, nombrado Globetrotter de honor. Otros Globetrotters honoríficos (nombrados a partir de 1976) son Henry Kissinger, Bob Hope, Karren Abdul-Jabbar, Nelson Mandela, Woopy Goldberg, Jackie Joyner-Kersee y Jesse Jackson.


En 2005, con una situación económica de bonanza, Jackson vendió el 80% de sus acciones del equipo a la compañía de inversión Sahmrock Capital Advisors aunque continuó como director ejecutivo de los Harlem Globetrotters, cargo que abandonará dos años más tarde permaneciendo hasta como presidente hasta 2013. Kurt Schneider se convierte en el nuevo director ejecutivo de los Trotters en la nueva etapa. En octubre de 2013 Sahmrock decidió vender el equipo por una cantidad indeterminada de dinero (se dice que entre 50 y 100 millones de dólares) a la empresa de parques temáticos y entretenimiento Herschend Family Entertaiment y hasta día de hoy esta compañía es la propietaria de la franquicia con sede en Phoenix, Arizona (los Globetrotters casi nunca han tenido su sede empresarial en Nueva York) y bajo la presidencia de Schneider. A partir de 2007 lo Trotters llevan a  cabo un draft especial para elegir a sus jugadores, llegando a sondear a profesionales y ex profesionales de otros deportes (en los 60 y 70 leyendas negras del béisbol como Ferguson Jenkis o Bob Gibson jugaron en el equipo) como Lionel Messi. Mariano Rivera o Tim Howard.


En la actualidad la plantilla de Harlem Globetrotters la conforman 29 jugadores, 26 hombres y 3 mujeres, bajo la dirección deportiva de Jimmy Blacklock, Lou Dunbar y Barry Hardy. El equipo, patrocinado por Wonderful Pistachios, Howard Jonson Hotels y Greyhound Line, goza de buena salud y ahí siguen los chicos de la camiseta azul y los pantalones rojos y blancos con sus simulacros de partidos de baloncesto llenos de juegos con el balón, guiños al público, gags humorísticos y números y acrobacias más propias del circo o del teatro que del deporte. Toda una institución en el mundo del entretenimiento USA y una de las empresas de espectáculos más antiguas del mundo, los Globetrotters hacen honor a su nombre y continúan recorriendo el globo terráqueo llevando humor, diversión y espectáculo y recordando que el deporte también sirve para pasárselo bien. Muchas generaciones desde 1926 han disfrutado de los Harlem Globetrotters, el equipo de baloncesto por excelencia aunque en realidad nunca fue tal en el sentido estricto de la palabra; la primera compañía mundialmente famosa con todos sus miembros de raza negra. Tras un sin fin de canastas y canastas, el entrañable silbido de la melodía  de Sweet Georgia Brown sigue sonando en la cancha de baloncesto de algún lugar del mundo. It´s showtime!