jueves, septiembre 04, 2025

AMOR EN CUATRO LETRAS (FOUR LETTERS OF LOVE)

 


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El bello paisaje de Irlanda siempre ha aparecido idealizado y engrandecido en no pocos filmes (El Hombre Tranquilo, La Hija de Ryan), y es por ello de lo más normal que una película- de época, a ser posible- enmarcada en la Irlanda rural siempre concite bastante interés cinematográfico, aunque que luego la peli sea mejor o peor es otra cosa. En el caso de esta esforzada y lograda adaptación de la novela Four Letters of Love de Niall Wlliams nos encontramos con un filme muy sugerente y bonito de ver que si bien también explota el verdor de la costa de Eire (tanto la del este como la del oeste) no se conforma con ser una postal y ofrece una historia de amor enmarcada en un curioso realismo mágico que sin ser especialmente original o conmovedora resulta inteligente, sensible y eficiente. Un reparto de lujo- en su mayoría irlandés y con algunas de las más conocidas estrellas internacionales irlandesas del momento- se mueve con soltura en esta fábula romántica que consigue evitar inteligentemente el empalago gracias a la ironía, el simbolismo y cierto componente fantástico que, sin llegar a funcionar constantemente durante todo el metraje, en sus mejores momentos lega momentos redondos.

Una historia de amor convergente en un momento del tiempo entre un muchacho del este, Nicholas Coughlan (Fionn O´Shea) y una joven de la costa oeste, Isabel Gore (Ann Skelly) cuya historia coincide de manera casi casual. es un lienzo en el cual encontramos bajo una patina de costumbrismo elementos del ya comentado realismo mágico, crónica familiar, comedia, surrealismo y melodrama. Pierce Brosnan, como el padre de Nicholas, aporta un personaje curioso -un funcionario metido repentinamente a pintor bohemio a causa de un supuesto mensaje divino- pero que va perdiendo fuelle y no consigue la emotividad que se presumía, mientras que Helena Bonham Carter y Gabriel Byrne como los padres de Isabel si que se antojan como personajes más sólidos. La religión, la casualidad y el destino son los tropos por los que la película apuesta para dar cuerpo al relato amoroso que a veces peca de ser pretenciosamente intelectual pero que termina conteniéndose gracias a un excelente trabajo narrativo, aunque da al sensación de que en letra escrita la historia funciona mucho mejor. Excelente fotografía y más que interesante banda sonora y en definitiva un filme elegante y degustable que conviene ver son prejuicios.

lunes, septiembre 01, 2025

BLUE SUN PALACE

 


** y 1/2

Una pena que este filme no alcance sus propósitos de ofrecer un drama psicológico sólido y con fundamento y se quede en un trabajo más que correcto -sobre todo desde el punto de vista formal- ya que su discurrir demasiado mortecino lastra a una película que podía ser una excelente obra (no se si maestra). Su interesante doble temática, por un lado la sensación de perdida y de duelo de personas queridas y la necesidad de buscar un reemplazo a estas para hallar la felicidad y por otro, aunque en menor mediada, la adaptación de personas inmigrantes en un nuevo entorno cultural (en este caso chinos y taiwaneses en Nueva York) daba para bastante, y aunque no se puede reprochar a su directora y guionista Constance Tsang pasar de largo ni tocar ligeramente estos aspectos, la sensación es que se ha desaprovechado una oportunidad.

El aspecto antropológico de esta historia es lo más interesante dentro de un relato con demasiados altibajos, moroso en sus explicaciones y un tanto desconcertante en algunas resoluciones. Didi (Haipeng Xu), una joven china que trabaja en un salón de masajes en Queens parece en un principio la protagonista de este filme hasta que su trágica muerte otorga ese rol a su amiga y compañera de piso Amy (Wu Ke-si), rota por la desaparición de su mejor amiga y desconcertada con la relación que el antiguo novio de esta, Cheung (Lee Kang-shen), un hombre casado, quiere iniciar con ella. Hay buenos momentos, retazos de buen cine y por aquí y por allá mensajes interesantes, pero la cosa no termina de funcionar del todo. La película podrá tener sus admiradores, pero la sensación es que no consigue llegar totalmente a sus propósitos.

domingo, agosto 31, 2025

WEAPONS

 


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La considerable taquilla conseguida por este filme pone de manifiesto lo bien que funcionan comercialmente los filmes de terror sobre todo en fechas vacacionales y especialmente cuando sus premisas pueden resultar a priori atractivas. Y la verdad que la de esta película lo era (bueno, en realidad hemos visto muchos filmes con planteamientos parecidos), pero a medida que transcurre el metraje todo transcurre con más de lo mismo y ninguna idea realmente no ya innovadora si no con cierta solidez para una buena película de género terrorífico. Zach Cregger es un director (y también actor) que trata de hacer lo que puede pero no consigue que Weapons sea una película memorable en su mezcla de thriller, imposible terror psicológico y horror sobrenatural. Los muchos agujeros en un guión que trata de ir un paso más allá con puntos de vista de diferentes personajes y una narración no lineal y la aparición de supuestos “sustos” e imágenes impactantes que meten a la peli en un terreno de la previsibilidad más absoluta son deficiencias de bulto que hacen que el filme no termine de ser convincente, pero no habría que obviar el esfuerzo por crear una atmósfera perturbadora, esta vez sí, lograda y con personalidad en su mezcla de la cotidianidad, el realismo y lo insólito-perturbador, unos personajes por lo general bien trazados y un buen manejo de las pistas falsas.

El hecho de que, como en este caso, la infancia sea el centro de una historia terrorífica con tintes psicológicos añade siempre interés pero lamentablemente aquí no se da un paso adelante y todo se diluye en pos de tics comerciales y horror e intriga de manual con el aspecto psicológico claramente relegado. La desaparición conjunta una noche de 17 niños de un mismo aula de un colegio de Pennsylvania que huyeron todos corriendo hacia un lugar indeterminado es el inquietante arranque de una historia que se va desinflando por momentos y que ni siquiera la aparición de un supuesto personaje clave, una estrafalaria y supuesta bruja tía del único niño del aula que no huyó (interpretada por la una vez reputada y hoy un tanto olvidada Amy Madigan) otorga estímulo al filme y en lugar de ello nos encontramos con una sucesión de tópicos del terror sobrenatural en medio de una historia que no responde a muchos interrogantes. El reparto en si es esforzado en papeles de mayor enjundia, como en la joven e incomprendida profesora (Julia Garner), el despechado padre de familia que emprende una investigación por su cuenta (Josh Brolin), un policía con mucho que esconder (Alden Ehreinreich) o un chorizo yonki que termina por precipitar los hechos (Austin Abrams). Otra oportunidad perdida para hacer terror de calidad, y mira que van.