martes, diciembre 23, 2008

El aparatito de Lumiere - ULTIMÁTUM A LA TIERRA (THE DAY THE EARTH STOOD STILL)


* y 1/2


A estas Alturas es por todo el mundo conocida la alarmante falta de ideas y de originalidad que preside desde hace bastantes años la industria hollywoodiense. Remakes y más remakes hacen su aparición en las pantallas cada vez con mayor frecuencia; y lo peor de todo es que les esta empezando a dar por hacer nuevas versiones de auténticos clásicos del séptimo arte, como el caso que nos ocupa, con los consabidos riesgos que esto implica y la amplia probabilidad de que el resultado final, guiado por criterios estrictamente comerciales, sea un pestiño. Todo esto ha ocurrido con el clásico de 1951 Ultimátum a la tierra (The day the earth stood still) de Robert Wise, una leyenda del cine de ciencia-ficción que fue además la primera gran producción norteamericana de aquel por entonces incipiente género en el cine y del que hasta entonces solo se habían hecho filmes de bajo presupuesto destinados a las matineés. Considerada actualmente algo más una película de culto, The day the earth stood still tuvo un importante éxito de taquilla propiciado principalmente por su insólita temática, al tratar en aquellos primeros 50 el tema de la amenaza nuclear y de la tendencia al ser humano a al destrucción (en plena época de la guerra fría). Por primera vez los extraterrestres no eran invasores malvados sino seres más o menos bondadosos, con apariencia humana que pese a desconfiar inicialmente de la raza humana terminan finalmente perdonando su innata imperfección. Michael Rennie interpretó al legendario alienígena Klaatu, quien llegó a al tierra acompañado del no menos mítico robot Gort, el primer androide carismático de la historia del cine, cuya hoy en día un tanto naïf imagen sigue imponiendo, a su modo.


La versión original de Rober Wise, rodada en blanco y negro, era una gran película, y con el encanto de sus risibles efectos especiales artesanales de hace más de medio siglo. Este remake, perpetrado por el mediocre Scott Derrickson, en un pequeño despropósito que no hace ninguna justicia a la peli original. En esta ocasión, el temor ante el holocausto nuclear (del que Klaatu trataba de advertir en el film original), se sustituye por un vago mensaje ecologista, centrado en la destrucción humana del medio ambiente. Cambio argumental oportuno pero pésimamente explotado. Los nada desdeñables efectos especiales de esta peli tratan de aportar calculadas dosis de cine espectáculo no del todo necesarias y que finalmente dan al filme un tono más bien estrambótico y previsible. Lo de Keanu Reeves, el nuevo Klaatu, es de juzgado de guardia: esta fatal. Jennifer Connelly, que interpreta a la científica Helen Benson, la aliada terrestre de Klaatu, trata de aportar saber estar a una película de poco fuste. Y luego tenemos al repelente niño Jaden Smith (hijo de Will Smith) y la nada ocurrencia de reducir el plantel de autoridades de EEUU a un solo personaje, la Secretaria de Estado interpretada por una forzadísima Kathy Bates. En cuanto al nuevo diseño del robot Gort (aún más grande que en el filme de Wise) la verdad es que no esta anda mal y resulta imponente, pero su papel en esta película es bastante menos importante que en la peli original. Y para colmo, se ha eliminado (a parte de otras cosas) la mítica frase en idioma alienígena que Helen tenía que decir a Gort para que no destruyese la tierra: Klaatu barada nikto. Imperdonable. Una película para pasar el rato, exclusivamente. Mierda de remakes.

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