domingo, mayo 12, 2024

LA CASA

 

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Esta película ha dejado constatada un par de cosa: que el cine español le ha perdido el medio a las adaptaciones del cómic y que este último medio es definitivamente un vehículo de historias adultas. El guionista y dibujante Paco Roca, una de las figuras más destacadas del noveno arte en España (puede que la más destacada), ya había visto llevadas a la gran pantalla con mayor o menor fortuna algunas de sus novelas gráficas, como Arrugas (2007) (convertida en un filme de animación en 2009) o una fallida Memorias de un hombre en pijama (2011) a partir de tiras de prensa publicadas entre 2011 y 2018, pero en esta ocasión bien puede estar satisfecho el autor valenciano ya que no sólo Álex Montoya ha hecho la mejor de sus adaptaciones sino que ha convertido en su delicioso cómic dramático e intimista (y también algo autobiográfico) en un estupendo melodrama familiar lleno de matices y detalles que ilustran obsesiones habituales de Roca como el recuerdo, el paso del tiempo y la relación con los seres queridos. Montoya, un director que ya sorprendió con Asamblea (2019) y Lucas (2021) parece querer consolidarse como un gran director y entrega una excelente película que además de adaptar dignamente las viñetas de Paco Roca sabe expresarse como filme por derecho propio por medio de un psicodrama de pulso teatral (prácticamente sólo una localización, al casa del título) y un enorme trabajo del reparto completo, sin excepciones, dando vida a personajes reconocibles en la vida de todos los días y con cuyas situaciones, circunstancias y vivencias todos nos hemos sentido alguna vez identificados.

Para hacer llegar a (muy buen) puerto una película donde las relaciones interpersonales, los sentimientos, los conflictos familiares, la nostalgia y los recuerdos están omnipresentes presentes se necesita una buena mano narrativa e intuitiva y eso Álex Montoya demuestra tener a raudales lo mismo que el texto de Paco Roca- que ya es de por si un gran narrador- es un excelente punto de partida. José (David Verdager) un escritor en la cuarentena visita la casa unifamiliar donde se crió junto a sus padres y sus dos hermanos y que últimamente era la vivienda estival familiar hasta la muerte del padre, Antonio (Luis Callejo), acaecida recientemente. Con la perspectiva de vender la casa, José y su pareja Silvia (Olivia Molina) pretenden ir retirando todo el mobiliario y objetos pero todo en la casa familiar trae inerrables recuerdos a José sobre la figura de su progenitor y la tarea obviamente será difícil. Los otros dos hijos, Vicente (Óscar de la Fuente) y Carla (Lorena López) quienes llegan con sus respectivas familias, tendrán sus propios puntos de vista sobre el destino de la casa... y también sobre todo lo que ella significó para ellos con la figura del padre sobrevolando cada uno de los recuerdos y decisiones. Avanzando de manera sutil, como un guante de seda, la película regalo momentos narrativos -excelente uso del flashback- y dramáticos de primer orden donde tampoco faltan ni el elemento costumbrista y la ternura, otorgando cierto tamiz de comedia a veces que resulta de agradecer. Mención aparte merece la breve intervención del veterano Miguel Rellán como un entrañable viejo vecino, clave en el significado de la historia o la joven María Romanillos como Ema, la sobrina adolescente de José. Y sin olvidar a la pequeña gran actriz Tosca Montoya, hija del director: un encantador descubrimiento. Realmente, el cómic en el cine es mucho más que las casi siempre cargantes adaptaciones de los superhéroes, es un medio cada vez más madura y que esta íntimamente relacionado con el cine en cuanto a recursos de expresión, tal y como se demuestra en esta película.

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