domingo, marzo 27, 2011

Mís 50 discos que te cagas (22): PINK FLOYD –DARK SIDE OF THE MOON (1973)


Los equipos y sistemas de sonido en 1973 habían avanzado que era una barbaridad: ahora existía el sonido cuadrafónico, las grabadoras de 16 pistas y uno en su casa podía tener un buen par de altavoces en estéreo, por no decir que en los conciertos, las torres de sonido eran cada vez más grandes. El rock sinfónico y el rock progresivo eran los estilos que más podían sacar partido a aquellos avances del sonido y por ello resultó lógico que en la primera mitad de los setenta las bandas progresivas fueron las que más éxito obtuvieron. Pink Floyd supo aprovechar como nadie jamás lo había hecho la nueva coyuntura técnico-musical y en marzo de 1973 publicó la obra maestra del rock progresivo de todos los tiempos: Dark Side of the Moon

Con este LP, la banda de Roger Waters, David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason se consolidó- si no lo había hacho ya antes- como el mejor grupo del mundo. Era cierto que como instrumentistas (a excepción del teclista Wright) eran limitados en un género en donde precisamente se concentraban los mayores virtuosos del rock, pero que duda cabe que eran unos compositores muy hábiles, con ideas y con muchísima imaginación, siempre dispuestos a sorprender ye encandilar al oyente con mil y un trucos  sonoros y recursos de todo tipo (utilización de grabación de distintos sonidos, distorsión instrumental). El buen momento del grupo y las nuevas tecnologías hacían aconsejable un disco ambicioso y este llegó: desde hace casi 40 años sigue siendo uno de los más grandes álbumes de todos los tiempos. Sus millones y millones de copias vendidas (uno de los LPs más vendidos de la historia) y su presencia constante en als listas de los mejores álbumes de todos los tiempo así lo atestiguan. El caso es que Pink Floyd quiso hacer un ambicioso LP conceptual tras ocurrírsele la idea a Roger Waters bajista, compositor y uno de los cantantes de una banda que desde la marcha de su primer líder Syd Barret en 1968 optó por un trabajo compositivo a  partes iguales entre los diferentes miembros y la ausencia oficial de un frontman específico, con Waters, Glilmour y Wright compartiendo tareas vocales. Esto comenzó a cambiar a partir del álbum Meddle (1971), en donde las tesis del inteligente y un tanto egocéntrico  Waters como letrista y compositor comenzaban a destacar al tiempo que el guitarrista David Gilmour se convirtió en la voz principal en la mayor parte de los temas de la banda. A partir de DSOM el peso específico de Waters como compositor, ideólogo de la banda, cantante y en definitiva líder ira aumentando disco tras disco y de hecho este álbum salió artística, conceptual  e intelectualmente de la cabeza de Waters, autor de todas las letras y compositor principal de su música. Desde finales de 1971 hasta principios de 1972 Pink Floyd compusieron prácticamente todos los temas que conforman el álbum, pero antes de grabarlo decidieron presentar su repertorio en una gira a lo largo de 1972, de título Dark side of the Moon: A Piece for Assorted Lunatics: la idea era hacer un disco sobre todo aquello que limitaba y corrompía la condición humana (el dinero, el paso del tiempo, el consumismo, las contradicciones, la muerte) teniendo muy presente el tema del efecto de estos elementos en el deterioro de la salud mental (clara referencia a su ex compañero Syd Barret). Tras una buena acogida del repertorio en directo, la banda se encerró en Abbey Road entre junio del 72 y enero del 73 con la intención de producir ellos mismos el LP (tal y como habían hecho en los dos anteriores) con la ayuda de un habilísimo técnico de sonido que ya había trabajado con ellos en Athom Heart Mother, Alan Parsons. El joven Parsons y la discográfica EMI pusieron a disposición del cuarteto la más avanzada tecnología musical y sonora del momento con vistas a hacer el LP de mejor y más impactante sonido de cuantos se habían hecho: se utilizaron los por entonces revolucionarios sintetizadores EMS VCS3, las grabadoras de 16 pistas y el grupo aportó su pericia en los loops, efectos de cinta y grabaciones de sonidos de fuentes tales como cajas registradoras, hélices de helicópteros, risas y voces humanas hablando, todo ello insertado y mezclado rítmica y estratégicamente con la música. El hecho de que los 10 cortes estuviesen entrelazados unos con otros en todo el disco también fue una novedad importante. 

Lo pulcro del sonido estereofónico, los mil y un efectos de sonido y la imponente presencia de ecos y voces grabadas a doble pista resultaron en aquel entonces una experiencia totalmente alucinante para el oyente, y esto ayudó decisivamente al enorme éxito de critica y público del álbum, desde la primera pista, la breve pieza Speak to Me (sonidos de latido de un corazón interpretados con batería con algunos semi inaudibles otros sonidos del disco como fondo)  hasta el imponente finale de Eclipse todo era y es una catarsis sonora llevada al límite, aderezada por el detalle inquietante de las diferentes frases habladas que se oyen a lo largo del disco, pronunciadas por un grupo de personas afines a la banda que en realidad respondían a preguntas sobre la vida, la muerte, la locura, la violencia que Roger Waters les hacía enseñándoles tarjetas escritas  en el estudio de grabación. El sonido sinuoso e inquietante de Breathe es la verdadera overtura del disco con esos lánguidos toques de guitarra de Gilmour, un tema que con su relativa placidez viene a servir de lanzadera cortes después a la grandiosidad de Time, espectacular y festival de cambios de ritmo, solos de batería, coros de voces femeninas, rítmica marcada y juegos instrumentales (sensacionales solos de guitarra y teclados) precedido del sonido de una gran cantidad de relojes marcando la hora al unísono, un tema que sigue resultando sobrecogedor. En medio de Breathe y Time se encuentra el instrumental On the Run, un experimento con sintetizadores inspirado en el minimalismo y la música concreta.      

The Great Gig in the Sky uno de los dos únicos temas de todo el disco en los que Waters no participó en su composición (esta compuesto por Richard Wright, la segunda fuerza creativa en este disco en detrimento de Gilmour, que en los dos discos anteriores había tenido un peso más importante), es un sobrecogedor instrumental que evoluciona desde un piano neoclásico a un enérgico órgano con la potente garganta de la cantante de estudio Clare Torry ejecutando alucinantes vocalizaciones al limite de su voz. En la vieja cara B del disco se encontraba el tema más conocido de DSOM, Money, rythm & blues-progresivo de rica y pegadiza rítmica (inmortal riff de bajo de Waters) y perfecto saxo de Dick Parry, el “quinto Pink Floyd” a partir de este álbum. Us and Them  es una balada tan ambiental y sensual como enérgica y desgarrada merced a sus cambios de ritmo. El instrumental Any Colour You Like  pone un punto de virtuosismo progresivo satinado de psicodelia tardía de regusto hippy-ibicenco. Y para finalizar el espectacular díptico como vocalista principal de Roger Waters (los otros cuatro temas vocales están interpretados por David Gilmour,acompañado por Wright en dos de ellos): el altivo y monumental Brain Damage  y el sensacionalmente torrencial Eclipse (y todo bajo el sol está en armonía / pero el sol está eclipsado por la luna). Una traca final espectacular y total, tal y como se merece este disco.  Han pasado casi cuarenta años, pero da lo mismo: la legendaria imagen de la pirámide y el prisma sobre fondo negro de la portada y todo lo que este disco encierra es algo que aún sigue ahí, demostrándonos lo grande que puede llegar a ser la música.     


FICHA TÉCNICA

Géneros: Rock Progresivo, Art Rock, Rock Sinfónico
Publicación: marzo 1973
Sello original: Harvest
Producción: Pink Floyd
Duración: 42:59
Músicos:
David Gilmour: voz, guitarra, sintetizadores
Nick Mason: batería, percusión, efectos de cinta
Roger Waters: bajo, voz, sintetizadores, efectos de cinta
Richard Wright: teclados, voz, sintetizadores
Dick Parry: saxo
Clare Torry: voz en The Great Gig in the Sky, coros
Lesley Duncan, Barry St. John, Liza Strike, Doris Troy: coros

Track listing

1- Speak to Me
2- Breathe
3- On the Run
4- Time
5- The Great Gig in the Sky
6- Money
7- Us and Them
8- Any Colour you Like
9- Brain Damage
10- Eclipse

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