domingo, julio 19, 2009

“HISTORIA DE AQUÍ” (1980-81) DE FORGES: LA HISTORIA DE ESPAÑA COMO DEBERÍA HABERSE CONTADO TALMENTE (PAÍS…)


De entre las obras monográficas que el dibujante humorístico Antonio Fraguas De Pablo “Forges” (Madrid, 1942), ha realizado durante más de 30 años, sin duda, Historia de Aquí, es su obra maestra. Su núcleo lo forman 3 tomos que, entregados por fascículos, se completaron en 1981. Posteriormente durante la década de los 80 y hasta principios de los 90 la colección de fascículos se reeditó varias veces, convirtiéndose esta obra en la más popular de cuantas ha realizado el dibujante madrileño. En la actualidad, estos tres tomos más cinco más añadidos (correspondientes a Historia Forgesporánea (1984) y a otros realizados ex profeso en los 2000), se pueden encontrar en muchos librerías, sin necesidad de haber hecho la colección de fascículos (algo muy en boga en los 80 y a lo que Forges recurrió en varias ocasiones para publicar sus libros gráficos)


¿Qué contaba Historia de Aquí? Pues la historia de España, esa crónica tan apasionante, interesante como a veces cruel y absurda, que todos tuvimos ocasión de conocer en nuestros años escolares y de la que posteriormente algunos hemos tenido la oportunidad de ir profundizando. Este era (y sigue siendo) el proyecto más ambicioso de Forges, quien desde Comiciclos (1974), y paralelamente llevaba a cabo su labor como dibujante de chistes diversos periódicos y revistas, publicó en fascículos diferentes obras monográficas en las cuales aplicaba la ilustración y el cómic para explicar de una manera amena y divertida, temas “serios” como la historia de España en el Franquismo (Los Forrenta Años, 1977, ver el artículo “Los Forrenta Años (1977)” de Forges en este blog) o la por entonces recientemente aprobada Constitución española (La Constitución, 1978). En ellas los textos (en el de Los Forrenta escritos por el propio Forges) iban acompañados cada uno de chistes de una viñeta que ilustraba lo allí escrito, siempre con el estilo característico e inconfundible del humor de Forges, ya a finales de los 70 el mejor humorista gráfico de España. Su legión de seguidores y los múltiples premios conseguidos por mérito propio le hacían situarse en un lugar privilegiado dentro de la ilustración española y ya eran conocidos por todo el mundo sus Marianos Romerales, sus Conchas orondas e indeseables, los náufragos, los Blasillos (también conocidos como Blasillo y Cosme). Tras el éxito de sus dos obras antes mencionadas, que se editaron es fascículos encuadernables, en 1980 Forges encarará un nuevo reto, un reto muy ambicioso y sin precedentes en el mundo editorial español: contar la historia de España con viñetas humorísticas.



Forges, que estudió la vetusta carera de Ciencias sociales, ya demostró sus habilidades de “historiador” en sus célebres Forrenta Años, pero si allí abarcó con gran detalle funestos 40 años de la historia de España, en esta ocasión iba a acometer miles de años, desde la prehistoria. El mismo dibujante desvela el orígen del proyecto en el prefacio en el primer capítulo – fascículo de la obra: “Cuando el Padre José Ramón me tuvo dos horas de cara a la pared por preguntar si era verdad que Fernando el Católico se casó otra vez cuando palmó Isabel, me juré divulgar la auténtica y verdadera Historia de Aquí, profundo e irreversible juramento que repetí varias veces a la largo de mi vida”. La ambición de la empresa era clara en todos los sentidos, como luego relataremos. Acostumbrado a trabajar normalmente en solitario, para este proyecto - que ocupó más de un año-, Antonio Fraguas se dotó de varios colaboradores en diversas funciones

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Abajo: publicidad en prensa de Historia de Aquí

La editorial que publicó la edición original de Historia de Aquí fue uno de los principales grupos editoriales españoles del momento, Editorial Bruguera, además la auténtica superpotencia en la península en cuanto a edición de cómics, como bien se conoce. Se producía pues el primer y único encuentro entre unos de los principales dibujantes españoles (aunque no adscrito al mundo del cómic propiamente dicho) y la editorial de tebeos por excelencia, que además tenía otras publicaciones editoriales para cualquier público y era también especialista en edición de fascículos coleccionables de todo tipo. Bruguera, que económicamente andaba muy bien, era pues la mejor opción con la que Forges se pudo encontrara para una publicación de aquellas características. Inicialmente, la idea era lanzar 56 fascículos que se recogerían en 4 tomos que abarcarían 14 fascículos cada uno, y así se recogió en la publicidad de la colección. A lo largo de la publicación de los capítulos, se modificó la intención y se eliminó el último todo, con lo que la colección se redujo a 42 capítulos y tres tomos. El último iba a ser el dedicado a la época contemporánea después de la Guerra de la Independencia; esta fase de la historia fue retomada años después en una nueva colección, continuación natural a Historia de Aquí: Historia Forgesporánea.


En septiembre de 1980 se publicó el primer fascículo de Historia de Aquí y en junio de 1981 el último. Los fascículos tenían una periodicidad semanal y estaban compuestos por 19 páginas, de modo que cada tomo consta de 280 páginas. El formato de Historia de Aquí era similar al de otras publicaciones de Forges: tres viñetas (en ocasiones dos) acompañadas de un texto, redactado por el propio auto, quien en esta ocasión combinaba rigurosidad histórica, precisión periodística, ironía y humor fino en textos muy bien escritos y más entretenidos, concisos y amenos que muchos libros de historia. Las viñetas humorísticas que iban junto a los textos hacían gala del más puro estilo Forges, narrando la historia de España con sus protagonistas (Trajano, Recaredo, Abderramán III, Los Reyes Católicos, Felipe II, José Bonaparte) satirizados y convertidos en narigones personajes forgesdianos. Las diversas épocas históricas no se libraban del mordaz lápiz del dibujante madrileño y cada viñeta suponía un gag “histórico” hilarante y conseguido, una interpretación satírica de al historia que no se libraba de la crítica y que también intentaba ser didáctica. Forges, pese a ese insólito viaje al pasado en su carrera, no dejó de utilizar su peculiar lenguaje y sus recursos cómicos más conocidos, muchas veces utilizando el anacronismo burlesco o las referencias a al sociedad del momento.


El tomo 1 de Historia de Aquí abarca desde la prehistoria hasta el inicio de la reconquista, el tomo 2 desde el final de la reconquista hasta el comienzo del reinado de Carlos I, y el tercero desde el fin del reinado de Carlos I hasta la Guerra de la Independencia. Técnicamente este proyecto suponía un reto, como fácil es suponerse; en los dibujos tenía que haber un mínimo de rigor histórico en escenarios, edificios, vestimentas, armas, costumbres. Eso originaba que los dibujos fuesen más elaborados que en cualquier ilustración de Forges, y además muchas veces se precisaban de muchos personajes, fondos más o menos trabajados, y conocimiento de la fisonomía de personajes históricos. El hecho de que cada dibujo tuviese que estar coloreado aumentaba la calidad técnica final que se consiguió. Lo cierto es que gráficamente tal vez este sea el mejor trabajo realizado por Forges en toda su carrera, lo que requirió de un complejo proceso de documentación (aunque los dibujos fuesen caricaturescos) y de varios colaboradores. Además, obviamente tuvo que realizarse un laborioso trabajo de documentación histórica para textos y dibujos, que Forges y sus colaboradores cumplieron con éxito.


Portada de fascículo

El equipo que colaboró con Forges en el año que duró la publicación de Historia de Aquí se distribuyó con acierto las funciones. En el asesoramiento e investigación histórica estuvieron Antonio Baena, Luis Alonso, la hermana de Forges María Fraguas, su mujer Pilar Garrido, Cristina Torres, José Langarón y Julia Abad. En la obra se incluían también cuadros, retratos y grabados de las épocas y fotografías de obras de arte, que generalmente se presentaban ocupando dos o tres páginas de capa capítulo a manera de mini sección y a parte de las páginas con las viñetas, aunque muchas veces se incluían también en estas. Este procedimiento era una ventana a la imagen de la historia “real”, lo cual suponía un recurso bastante oportuno. Las imágenes procedían de la agencia Oronoz, el archivo de Bruguera y de fotografías sacadas ex profeso por Forges y sus colaboradores, quienes se desplazaron a museos y ciudades con monumentos para aportar imágenes a esta obra. En el capítulo de los dibujos, Forges contó con la colaboración en labores de entintado, coloreado y elaboración de fondos de Tony Abbot, Antonio González y Alfonso Azpiri, futura estrella de la ilustración y el cómic.


En los primeros capítulos, Forges en las viñetas siguió el formato de Forrenta y La Constitución, tres dibujos por página acompañados por su texto de forma rectangular y con el texto precediendo al dibujo, aunque a partir del capítulo VII comienza a utilizar variaciones y cambia la forma de las viñetas de dibujos y de los cuadros del texto, a veces de forma cuadrada, alargada en vertical, redondeada, atravesando la página de abajo a arriba en lugar de izquierda a derecha…Esta variedad de formas terminarán por dar mas juego a la riqueza gráfica de las viñetas. En algunas ocasiones hay dos viñetas por página. A parte de este formato de texto-correspondiente dibujo, también Forges realizó ilustraciones de una página completa para mostrar-ilustrar monográficos sobre algún personaje o acontecimiento o dar fondo a textos explicativos largos, árboles genealógicos o cronologías. A parte de estas páginas completas con ilustración de Forges, como hemos dicho antes, también se incluían páginas con imágenes reales acompañadas de textos de diferente magnitud. En bastantes ocasiones, las pinturas, grabados o fotografías aparecen entre las viñetas, muchas veces “tuneadas” o rotuladas por la pluma de Forges. Cada capítulo comienza con una enorme viñeta que hace de “miniportada”.



Forges convirtió a una de sus creaciones más queridas, Blasillo (la expresión gráfica de sus pensamientos) en maestro de ceremonias de la obra, ofreciendo comentarios que complementaban lo dicho en el texto explicativo o simplemente introducían una explicación nueva. También son frecuentes las viñetas en donde personajes (los Blasillos u otros) se dirigen al lector ofreciendo comentarios, muchas veces con ilustraciones explicativas complementarias o esquemas gráficos de todo tipo. En definitiva, la obra cumplía perfectamente su función didáctica.


Forges utilizó muy bien el humor como purgante de no pocos episodios vergonzosos (la inquisición, las guerras en Países Bajos con los Austrias, la decadencia de los Habsburgo, los desmanes en las Américas, barrabasadas bélicas varias) y procedió a desmitificar a muchos personajes de manera a veces tierna y cariñosa y otras despiadada: Los Reyes Católicos, con una Isabel marimandona y un Fernando calzonazos y con ganas de destacar sobre su esposa de la manera más ridícula, un Cristobal Colón chulito y narcisista, una Juana la Loca irreversiblemente pirada, un Felipe II cómicamente déspota, Abderramán III y sus problemas con el tinte capilar, Abd-Al-Aziz como un eterno bebé, Godoy y la reina María Luisa enrollados a espaldas de Carlos IV. Forges no obvio el potencia cómico de personajes como el infante Don Carlos, el hijo trastornado de Felipe II, o Carlos II (llamado aquí “el Pupas”) tratados de forma un tanto despiadada. Por otra parte, el tratamiento que se da a los franceses en esta obra peca de bastante políticamente incorrecto, puestos siempre como eternos antagonistas de los españoles y como villanos de opereta, mostrándoles además siempre como mariquitas locas (esto llega a su culmen en los capítulos sobre la Guerra de la Independencia). En alguna ocasión incluso se les llega a insultar; no obstante, con toda seguridad Forges se arrepintió del trato que dio a nuestros vecinos en estos libros.


El derroche de imaginación que tuvo que hacer gala el dibujante para rear varios chistes semanales sobre todos y cada uno de los episodios de la historia de España se adivina enorme, lo que unido al trabajo de documentación y redacción, hace de esta obra todo una obra magna, además de un divertido libro de historia, historiográficamente ameno y desde el punto de vista del cómic y del dibujo humorístico, una auténtica delicia. Los capítulos llevan nombres tan sugerentes como “Los primeros nosotros” (sobre el hombre prehistórico en la península), “Hispania Cañi” (Hispania, provincia del Imperio romano), “El Califlato” (el Califato de Córdoba), “¡Que viene la peste!” (la vida en la España de los siglos X-XI), “América, América” (los conquistadores del Nuevo Mundo)”Un siglo de Oro”, “.. “y el otro siglo de oro” (la cultura, pensamiento y literatura españolas en los siglos XV y XVI, respectivamente) “..y contra el viento” (la decadencia y fin de los Austrias), Charli 3º (el reinado de Carlos III) y así hasta 42. Como se ve, no solos e hacía crónica política sino artística, cultural y social, como corresponde a una buena crónica histórica sobre cualquier país. Por la gran magnitud de al empresa, tanto Antonio Fraguas como al editorial dieron por terminada su Historia de Aquí antes de tiempo, suprimiendo el cuarto tomo. En 1984 Historia Forgesporánea, editado pro ediciones Zinco, fue la continuación de Historia de Aquí, contando la historia de España desde el reinado de Fernando VII hasta la llegada del gobierno socialista, en 3 tomos, con lo que finalmente resultó mas completa que el proyecto inicial del único tomo 4 de Historia de Aquí, que iba a a barcar esa época. Curiosamente, Historia Forgesporánea no tuvo tanto éxito como Historia de aquí, cuyos fascículos fueron reeditados varias veces. Ediciones B se encargó de hacerlo en las últimas ocasiones, una vez desaparecida Bruguera, no en vano esta editorial fue la heredera de la mítica editora del gato negro.



Unánimemente la crítica considera a Historia de Aquí como la obra maestra de Forges en lo que a libros se refiere. Fue un trabajo difícil de superar, junto con el de su continuación Historia Forgesporánea, tal vez no tan brillante técnicamente. Entre 2006-2007 Forges quiso dar fin definitivo a la Historia de aquí con tres nuevos volúmenes (esta vez no se comercializaron en fascículos) publicados por la editorial Espejo de Tinta, que en su mayor parte recogen los fascículos de Historia Forgesporánea: La Guerra Incivil (2006), que comprende casi todo el tomo II de la Forgesporánea con los dos capítulos finales del I y que abarca desde el desastre del 98 hasta el fin de la Guerra Civil, 1939-1978: La posguerra, el franquismo y la libertad (2006), que abarca capítulos de los tomos II y III de la Forgesporánea, sobre el franquismo y la transición; y 1978 -1982: La Consti y la Transi (2007), con la obra completa de La Constitución, los 2 últimos capítulos de Forgesporánea y parte de Historia de la transición, que Forges publicó por entregas en la revista Interviú en 1996. Decir que Historia Forgesporánea, aunque volvía a tocar el tema de la historia de España en el franquismo como hacía Los Forrenta Años , la distancia temporal permitió afilar el contenido y complementar los aspectos tratados en esa obra. Esos capítulos de la Historia Forgesporánea / Historia de Aquí 1939-1978, pueden considerarse como una reelaboración o remake corregido y aumentado (aunque el contenido es diferente) de los Forrenta.


Historia Forgesporánea: volviendo a narrar el Franquismo tras Los Forrenta Años



Finalmente, se publica en 2008, por fin, la Historia de Aquí completa, en 8 tomos: los tres primeros tomos originales de 1980-81 y el tomo I de Historia Forgesporánea (que hasta al fecha nunca se habían vendido como volúmenes), más los dos tomos restantes de Historia Forgesporánea (en su formato original); La Constitución e Historia de la Transición completa. La cubierta de los 8 tomos será completamente en su diseño con respecto a los volúmenes originales.



Antonio Fraguas, Forges, ha tenido la generosidad de volvernos a contar una historia que nos han narrado de mil maneras, pero ninguna de manera tan peculiar y entrañable como el lo hizo. Su Historia de Aquí, es una nueva manera de aproximarnos a la Historia de España, esa crónica tan rica y contradictoria a la que es inevitable recurrir en muchos momentos para calibrar todas nuestras tribulaciones actuales.

2 comentarios:

  1. Tengo los tres tomos de la editorial espejo de tinta, y los tres primeros de la "historia de aqui" pero no los de la historia forgesporánea, ¿seria posible que publicarais el título de los 42 capítulos de la historia forgesporánea para cotejar y ver lo que me falta? No lo encuentro por ningún lado. GRCIAS

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  2. Anónimo5:57 p. m.

    Con Historia de Aqui aprendi mas Historia que en mis años de colegio e instituto. Todavia me sigo acordando. Gracias Forges.

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