Desde finales de los años 70 se nos han hecho tan familiares como los telediarios, el periódico de la mañana, los libros, las pelis de las tardes por al tele, las cañas en el bar... En su día fue novedoso esto de ponerle imágenes a una canción, que no siempre mostrasen al artista o a los músicos interpretando, y hoy en día ya nadie puede imaginarse una canción que se precie sin su videoclip correspondiente. Hubo una vez, en los años 80, en que el recién nacido arte del videoclip musical, dejaba a todo el mundo boquiabierto con imágenes e ideas que eran inconcebibles en el cine o en la televisión del momento. Con influencias de las mas innovadoras ideas del spot publicitario y de diversos experimentos cinematográficos y videoartísticos, el videoclip comenzó a marcar tendencias en al década de los 80 y hoy en día lo sigue haciendo, con un panorama algo evolucionado, pero es evidente que la era dorada del videoclip fueron los años 80, cuando comenzó la consumista necesidad de tener a todos los artistas y temas de éxito del pop y del rock constantemente en al televisión, al igual que se hacía en al radio.
Pues bien, Rayos C en
¿Quién no se acuerda de la tronchante paranoia del Road to Nowhere de los Talking Heads; o de los exuberantes vídeos de Duran Duran?. ¿O de Tom Petty disfrazado del Sombrerero Loco, los dobles de Reagan y Brejnev a ostia limpia por obra y gracia de Frankie Goes To Hollywood, o las supergachíses de los vídeos de Motley Crüe?. Las alucinantes animaciones stop motion del Big Time de Peter Gabriel o el Happy Hour de Housemartins, el pedante y premiado “quien sabe donde” de Soul Asylum, la tecno androginia de Eurithmycs … Será un repaso espero que disfrutable, que incluirá informal sobre el video en cuestión. Hasta entonces, nos vemos.
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