martes, noviembre 29, 2011

El aparatito de Lumiere - UN MÉTODO PELIGROSO (A DANGEROUS METHOD)



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No esta mal del todo que haya en nuestra cartelera filmes con personajes tan insignes y significativos en la historia de la ciencia moderno como Sigmund Freud o Carl Jüng, padres de la psiquiatría moderna y sobre todo cuando nos cuentan de manera esforzada y pretendidamente amena un pequeño retazo de la historia de esta disciplina de la medicina, junto con la propia historia humana y cotidiana de dichos personajes históricos. Eso es lo que se ha propuesto el veterano director canadiense David Cronemberg (La Mosca, Inseparables) en una bien rodada y planteada coproducción británico-suiza-germano-canadiense con el personaje de Carl Jüng, interpretado por Michael Fessbender, como sujeto central de la historia enfrentado a  su colega Freud (con los rasgos de Viggo Mortensen, últimamente actor fetiche de Cronemberg) y con la joven doctora Sabina Spielrein (Keira Knightley) como elemento de unión y conexión de ambos. El problema es que la película no tarda en caer en el discurso denso e intelectual y eso puede abirir y desorientar a no pocos espectadores. Efectivamente, A Dangerous Method se trata de la crónica del nacimiento de la psiquiatría mediante la síntesis de las teorías de Jüng y de Freud y como telón de fondo las ideas de personajes tan complejos y fascinantes como Spielrein o el excéntrico Otto Gross, interpretado por Vincent Cassel. Diálogos y más diálogos y discursos y más discursos en una película tan elegante y bien ambientada  (excelente fotografía de Peter Suschitzky) como farragosa y compleja.

Ciertamente hay buenos momentos en este filme especialmente cuando dirige su mirada a la peculiar relación entre Jüng y Sabina Spielrein - primero como médico y paciente, después como colegas y mas tarde como algo más complejo- y como influyó en el pensamiento del médico suizo. Pero en sí la película es gélida, desapasionada y muy poco atractiva, puede resultar muy interesante para psicólogos, psiquiatras ya admiradores de estos autores pero al resto de la gente les dirá muy poco. Un buen trabajo interpretativo del más que interesante plantel estelar (especialmente de Kiera Knightley) y poco tino a la hora de centrar un mensaje clave del filme que es el de la conveniencia o no de negar los impulsos y el deseo. Compleja y un tanto aburrida, pero puede tener su público.      

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