domingo, marzo 13, 2016

BROOKLIN



 
***

Nick Hornby, escritor y guionista norteamericano cuya obra se ha llevado al cine en los últimos años en varias ocasiones (Alta fidelidad) cuando no ha escrito más que interesantes guiones originales (Alma Savaje) aunque algunos como el citado basados en novelas ajenas, no suele defraudar a la hora de presentar historias plasmadas en imágenes y esta vez tampoco ha sido una excepción en lo concerniente a la adaptación que ha realizado de la novela de Colm Tóibín. Un retal de la historia norteamericana e irlandesa del siglo XX que usando una historia de amor nos habla de la íntima relación entre ambos países basada en la inmigración masiva de la ciudadanía de Eire hacia los EEUU durante la mayor parte del siglo XIX y XX. Ambientada a principios de los años 50, Brooklin nos habla de forma muy sencilla pero efectiva de las ansias y las esperanzas de los inmigrantes europeos en Norteamérica y en Nueva York más concretamente (con el barrio inmigrante de Brooklin convertido en una metáfora) , expresados en la historia de la joven Eilis (una encantadora Saoirse Ronan) una irlandesa que abandona su pueblo dejando atrás a su madre viuda y a su hermana y que tras el desarraigo de los primeros días logra encontrar la estabilidad y la esperanza gracias a su relación con el joven italoamericano Tony (Emory Cohen), miembro del otro colectivo protagonista de la inmigración europea a USA. Pero el fortuito regreso temporal de Eilis a Irlanda la pondrá frente a frente con una doble cuestión: la renuncia o no al “sueño americano” y la fidelidad de sus sentimientos hacia Tony.

Con una puesta en escena muy cuidada y una fotografía vistosa aunque algo relamida, la película resulta interesante en todo momento pese a algunos altibajos y en lo un tanto forzado de su mensaje final. La historia de amor entre los protagonistas no siempre está bien tratada y el inesperado triángulo sentimental que surge en al segunda mitad del metraje a veces peca de poco creíble por el impreciso comportamiento de la protagonista. Por lo demás buena ambientación, esforzadas interpretaciones y un retrato más bien verista tanto de Brooklin y Nueva York como de la Irlanda de provincias de mediados del siglo XX no exenta de concesiones en forma de tópicos. Un filme tan bonito de ver como inofensivo que por lo menos anuncia lo gran intérprete que puede llegar a ser Saoirse Ronan: sin ella esta película hubiese sido otra.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario