miércoles, mayo 15, 2019

LOS HERMANOS SITERS (THE SISTERS BROTHERS)



 ****

El Western, siempre y cuando le dejan, sobrevive. Ya no se trata de hacer nuevas obras maestras en este género (el filón está prácticamente agotado) ni tan siquiera explorar nuevas vías en un nicho cinematográfico en donde también se ha experimentado con fruición, sino saber contar buenas historias; claro está dentro de las coordenadas de dicho estilo. El que esta curiosa propuesta dentro del cine western provenga de Europa (Francia concretamente) y de la mano de un director tan versátil como Jacques Audiard (De Óxido y hueso, Dheepan) es un indicador de la universalidad y el globalismo a la que ha llegado el séptimo arte en lo que respecta tanto a géneros estilísticos como a la capacidad de cualquier cineasta dotado sea cual sea su procedencia de hacer grandes filmes en estilos genuinos que hasta hace poco tiempo parecían algo exclusivo de realizadores de determinados entornos geográficos. Así, con apariencia de superproducción Hollywoodiense, este The Sisters Brothers adaptación de una novela de Patrick de Witt es un western-drama-comedia intenso, engañoso y con multiples mensajes que desde el primer momento se manifiesta como lo que es en realidad, una historia más psicológica que de acción, más comedia irónica que drama, y más crítica que complaciente que tan solo utiliza el marco del salvaje oeste como metáfora de la evolución de sentimientos y emociones humanas al límite y en un entorno natural alejado no ya solo de la “civilización” sino de cualquier atisbo de cordura o sensatez, un maremagnum de emociones que en el filme aparecen contenidas y más insinuadas que explícitas pero que terminan por adueñarse de la historia, mostradas mediante al dialéctica entre sus dos protagonistas, los hermanos el título. John C. Reilly  y Joaquin Phoenix, dos consumados especialistas en personajes complejos y contradictorios, bordan sus papeles de Eli y Charlie Sisters, dos pistoleros a sueldo en plena fiebre del oro volcados con su trabajo pero cada una visión diferente del mismo y de la vida y con diferentes aspiraciones.

Esta producción francesa con participación de EEUU, España, Rumania y Bélgica se esfuerza en plantear una historia que resulta universal más allá de sus coordenadas espacio-temporales (y es que hay que tener en cuenta que el western es un género  ideal para mostrar sentimientos humanos extremos) en donde dos asesinos buscan una finalidad, un algo que de sentido definitivo a su existencia y que se manifiesta en la oportunidad de su vida cuando al tratar de liquidar por encargo a un científico que ha descubierto una prodigiosa fórmula se les ofrece ser participes de ese asombroso descubrimiento, una sustancia para detectar oro en los ríos. Naturalmente, este será el mcguffin de una road movie llena de sobresaltos, muertes, disparos, discusiones y aparición de curiosos personajes mientras Charlie, que desea abandonar su profesión, se enfrenta con su hermano Eli, que no quiere que la debilidad de Charlie sea un obstáculo para conseguir el negocio de sus vidas. Morris (Jake Gyllenhaall), un colaborador de los Sisters de ambiguas intenciones que es quien les debe poner en bandeja su víctima, y Warm (Riz Ahmed), el químico descubridor de la fórmula prodigiosa, acompañarán a los hermanos en su extraña y un tanto tragicómica aventura en una historia donde es preciso no perderse ningún detalle de los diálogos para captar lo alambicado de su propuesta. Con referencias estilísticas de Scorsese, Sergio Leone, Tarantino, los Coen, Sam Peckimpah o el Dennis Hopper de Easy Rider, estos Hermanos Sisters resultan una auténtica delicia tanto para los aficionados al Far West como para los que no lo sean en absoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario