martes, junio 25, 2013

El Aparatito Lumiere HIJO DE CAÍN





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El que en los últimos años pululan nuevos directores españoles dispuestos a hacer un más que interesante cine de género con vocación internacional es un hecho incontestable, y no solo eso, sino que además la mayor parte de las veces les salen películas bastante sugerentes. Tal es el caso de Hijo de Caín, debut del catalán forjado en el campo del corto Jesús Monllaó basado en la novela Querido Caín de Ignacio García-Valiño. Es esta una película que cumple con creces los mandatos para hacer un buen thriller y que además sabe resultar muy inquietante dentro de una sobriedad formal y narrativa bastante acusada. El guión es sencillo solo en su apariencia, ya que la película tiene bastante intríngulis gracias a diferentes niveles de lectura y un mensaje final bastante desasosegante. Es un aplicado ejercicio de estudio del mal en la adolescencia inadaptada a través de la historia de Nico (soberbio debutante David Solans) un chaval de 15 años hijo mayor de un matrimonio barcelonés de posición acomodada que además de mostrarse incomunicativo y aislado manifiesta un comportamiento agresivo que deriva poco a poco en lo psicopático. Solo el ajedrez parece ser su principal interés, y así lo entiende Julio (Julio Manrique) el psicólogo que le trata y también aficionado a este juego, que indagará con ahínco en al raíz del extraño comportamiento del chaval pero eso no resultará nada fácil por variadas circunstancias.  

Con un buen manejo de la intriga desde su vertiente más inquietante y psicológica, la película pronto enseña sus cartas de estudio psicológico de una personalidad desviada pero no se queda en eso y pronto deslizará el peso de la trama por el drama familiar, aquel que enfrenta a Nico con un padre obsesivo, manejador y de dual comportamiento (José Coronado, una vez más genial) y con una madre atemorizada pero con bastante que esconder (María Molins), además de con el tercer vértice que es el personaje de Julio. La historia se ha planteado según el director como una partida de ajedrez y tal vez esa sea la clave para entender algunos recovecos del guión que pueden resultar áridos o carentes de sentido en un primer visionado: es esta una película que posiblemente haya de ser vista más de una vez para entender su alcance, pero el primer contacto en absoluto deja indiferente e insatisfecho al espectador. La trama se reserva interesantes giros de guión y momentos muy bien presentados pero muchas veces presenta altibajos fruto de una no muy completa composición de los personajes y un guión a veces hermético que sin embargo triunfa en mostrar los lados más turbios gracias a las omisiones y las preguntas sin respuesta que se quedan en el aire al finalizar el filme. Aunque hay momentos duros, en absoluto resulta un filme de visión incómoda y los amantes del thriller psicológico disfrutarán con los momentos finales. Como uno de los peros más notables, decir que la película, rodada originalmente en catalán y castellano, se ofrece en versión doblada y no oímos por ejemplo la voz original del prometedor David Solans, aunque la voz de Coronado se oiga todo el tiempo en sonido directo ya que rodó su personaje en castellano. Un pequeño gran acierto del cine español que seguro tendrá su recompensa en cuanto a su distribución internacional    

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